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Cuando la Iglesia llora
Pastor Francisco Barrios y Rebeca de Bertucci
Martes 06-04-2021
Mateo 5:4: “Bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolados”.
Jesús dijo estas palabras en el Sermón del Monte, expresó que los que sufren son bienaventurados, porque ellos recibirán consolación. Los que en este tiempo están padeciendo debido a la muerte de algún familiar, por la falta de medicinas o a causa de cualquier aflicción que puedan estar viviendo debido a la pandemia, son los que necesitan de la consolación de Dios, y si la buscan, la van a recibir directamente del mejor consolador, El Espíritu Santo.
Muchas veces Dios usa el dolor para llamar nuestra atención, para que recibamos la gracia del oportuno socorro. Debemos entender que la oración que hacemos en medio del dolor es la forma más efectiva para recibir la consolación. Si nos volvemos a Dios en los momentos más difíciles de nuestra vida, lo veremos con los brazos abiertos para convertir nuestro lamento en baile (Salmo 30:11).
Marcos 10:46: “Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando. Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David!, ¡ten misericordia de mí!”
Pastora Rebeca de Bertucci
Cuando estamos atravesando por momentos de dolor, la oración que elevamos al Cielo es de clamor y de desesperación. Y, en Marcos 10:46 vemos como el ciego Bartimeo hizo un clamor a gritos para que Jesús lo sanara, él confiaba en que Jesús podía y quería hacerlo; de la misma manera debemos nosotros clamar a Dios confiando en que Él nos sanará.
Mantendremos este clamor hasta que la pandemia retroceda de Venezuela, porque tenemos la forma más efectiva de llegar al trono de la gracia, y es a través de la oración. No nos desanimemos, esta puede ser la última gran batalla que debemos librar por Venezuela, sabiendo que tendremos victoria por medio del poder de la oración.
Mateo 11:28: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”.
Hechos 12: 1-3,5: “En aquel mismo tiempo el rey Herodes echó mano a algunos de la iglesia para maltratarles.Y mató a espada a Jacobo, hermano de Juan. Y viendo que esto había agradado a los judíos, procedió a prender también a Pedro. Eran entonces los días de los panes sin levadura. Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él”.
Pastor Francisco Barrios
Cuando la Iglesia llora y lleva sus cargas a Jesús en oración ocurren grandes milagros, lo vemos en Hechos cuando mataron a Jacobo uno de los apóstoles que camino con Jesús, y cuando metieron preso al apóstol Pedro para matarlo, la Iglesia de los Hechos decidió orar sin cesar, se unieron para orar como nosotros debemos hacerlo por todos los enfermos de Venezuela.
La oración de la Iglesia de los Hechos fue ferviente, y cuando aplicamos este tipo de oración en nuestra vida, se levanta esta fe que produce milagros. Solo la dificultad, la angustia y el dolor levanta personas de oración, nos convierte en intercesores verdaderos que atraen milagros a sus vidas.
Después de la oración que hizo la Iglesia de los Hechos, el apóstol Pedro fue liberado; debemos imitar el ejemplo de esta Iglesia, orar sin cesar, llorar ante Dios pidiendo socorro, esto traerá consolación en medio de nuestro llanto. Al final Dios siempre gana, Él está al control de la pandemia, y aún cuando Él no causó el Covid-19, lo usa para volvernos a la oración.