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¡Señor, danos un despertar!
Pastor Francisco Barrios
Domingo 04-07-2021
Hechos 12: 1-7: “En aquel mismo tiempo el rey Herodes echó mano a algunos de la iglesia para maltratarles. Y mató a espada a Jacobo, hermano de Juan. Y viendo que esto había agradado a los judíos, procedió a prender también a Pedro. Eran entonces los días de los panes sin levadura. Y habiéndole tomado preso, le puso en la cárcel, entregándole a cuatro grupos de cuatro soldados cada uno, para que le custodiasen; y se proponía sacarle al pueblo después de la pascua. Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él. Y cuando Herodes le iba a sacar, aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas, y los guardas delante de la puerta custodiaban la cárcel. Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos”.
El milagro en este pasaje de la Biblia ocurrió cuando el apóstol se despertó. La palabra despertar significa manifestarse, y dice Escritura que la Tierra clama para que se manifiesten los hijos de Dios (Romanos 8:19), pero muchos de nosotros estamos dormidos, y de esta manera ningún milagro ocurrirá. Se necesita un despertar de los hijos de Dios para que las cosas cambien.
Sin embargo, la Iglesia oraba sin cesar para que Pedro fuese puesto en libertad, y fue producto de esa oración que ocurrió un milagro. Muchos hombres y mujeres que en un tiempo fueron usados grandemente por Dios, hoy se encuentran dormidos, cansados de las situaciones que los apremian, y sin ánimo de seguir, pero aún hay una Iglesia que ora, que se mantiene fiel esperando el momento en que aquellos que duermen sean despertados.
Hechos 12:8-11: “Le dijo el ángel: Cíñete, y átate las sandalias. Y lo hizo así. Y le dijo: Envuélvete en tu manto, y sígueme.Y saliendo, le seguía; pero no sabía que era verdad lo que hacía el ángel, sino que pensaba que veía una visión. Habiendo pasado la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual se les abrió por sí misma; y salidos, pasaron una calle, y luego el ángel se apartó de él. Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Herodes, y de todo lo que el pueblo de los judíos esperaba”.
Cuando el apóstol Pedro despertó, inmediatamente las cadenas cayeron y vio al ángel, pero le costó comprender qué estaba pasando, hasta que salió a la ciudad y comprendió que era Dios mismo que le había abierto las puertas. Cuando la Iglesia despierte verá a Dios, y muchas cosas a su alrededor empezarán a suceder, ya no estará atada a ninguna situación. Dios primero despierta nuestra naturaleza espiritual, y puede que no nos demos cuenta que está obrando un milagro hasta que lo tengamos en frente.
Cuando despertemos, las puertas que estaban cerradas se abrirán, milagros que considerábamos imposibles se van a lograr, sueños que no habíamos podido cumplir se harán realidad, pero debemos caminar con fe y seguir orando hasta que lo sobrenatural absorba lo natural. Dios primero despierta el espíritu, porque él nos motiva a seguir caminando a pesar de que nuestra mente nos dice que es imposible.
Mucha gente será despertada, abrirán los ojos y se pondrán de pie para recobrar la autoridad y el dominio que Dios les dio. Su fe absorberá cualquier deuda, problema o dificultad, y aquello que imaginaban en fe, se convertirá en realidad. Dios desea despertar ministros, llamados, pastores y visiones, Él despertará nuestro hombre espiritual.