La declaración más poderosa para la oración

Pastor Francisco Barrios

Martes 31-08-2021

Filipenses 4:6: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”.

Filipenses 1:3: “Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros”.

Nuestro nivel de afán habla del nivel de oración, porque quien tiene una verdadera vida de oración no cae en ansiedad. Cuando el pueblo de Israel se turbó en el desierto, fue porque no tenían la vida de oración que poseía Moisés. La oración es una relación con Dios en la que debemos escucharlo y disfrutar del placer de su presencia. Pablo le escribe a los Filipenses estando en prisión, y su carta deja ver que estaba lleno de gozo y alegría.

Filipenses 1:12-14: “Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio, de tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio, y a todos los demás. Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor”.

Salmo 100:4: “Entrad por sus puertas con acción de gracias”.

Aún en prisión el diablo no pudo afanar al apóstol Pablo, porque él estaba orando con acciones de gracias. Cuando en nuestras oraciones no incluimos la gratitud, solo oramos desde la carencia y necesidad; dar gracias es una de las declaraciones más poderosas que podemos hacer al orar. Pablo descubrió algo importante, y es que Dios es tan poderoso que puede convertir todo lo malo en cosas bueno, por eso agradecía.

La carta de los Filipenses está llena de acciones de gracias, y esta es la forma en que el apóstol Pablo le decía a Dios que confiaba en su dominio total de la situación. Cuando estamos con Dios, nos inspiramos a agradecer por todo lo que nos ha dado y lo que aún falta, cualquier cosa se convierte en una razón para ofrecer nuestra gratitud.

1 Tesalonicenses 5:18: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”.

Estar en la presencia de Dios nos hace estar en confianza y paz, porque todo se empequeñece delante de un Dios grande. En la gratitud se va el afán, la queja y la frustración, aunque, solo podremos agregar la gratitud a nuestras oraciones, cuando Dios se nos revela, y esto ocurre solo cuando vivimos en comunión con Él.