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El tesoro escondido

Pastor Francisco Barrios

Martes 14-09-2021

Vivimos en la temporada de la comunicación, hay redes sociales, páginas web e innumerable información, pero vivimos en un mundo desinformado. En esta temporada en la que existen millones de prédicas y plataformas en las que abundan los predicadores que hablan de Jesús, la Iglesia vive sin conocer realmente a Cristo. Tenemos información sobre Jesús, pero no lo conocemos íntimamente como debería ser.

Mateo 13:44: “Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo”.

En esta historia podemos ver a dos clases de personas, en primer lugar, quien busca la presencia de Dios, y luego vemos a uno que la ignora. Cuando la Iglesia ignora el tesoro de la presencia de Dios, vive endeudada, enferma, atemorizada, sin ser cabeza de montes. Si no descubrimos lo que nos pertenece, entonces alguien más tendrá la revelación del valor de ese tesoro y se lo llevará.
La persona que descubre el increíble valor de la presencia de Dios, lo verá como un tesoro, y será capaz de dejar todas sus posesiones por alcanzar y poseer esa gran fortuna. En cambio, una persona que descuida el tesoro, vivirá molesto por todo lo que le sucede, sin valorar las bondades de Dios, porque ignora el tesoro que hay en su terreno.
El diablo es un ladrón que intentará robar nuestro tesoro, él tratará de quitarnos la fe, y si lo dejamos, entonces viviremos sin acceder a las promesas de Dios para nuestra vida. Dios puso ese tesoro en nuestro corazón y satanás envidia la relación que tenemos con Él, así como el amor por el cual Jesús se sacrificó, por eso, buscará destruir nuestro tesoro.

Oseas 4:6: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos”.

Cuando llegamos a conocer la presencia de Dios, no importan nuestras necesidades, porque esa misma presencia atraerá las bendiciones que necesitamos. Muchos cristianos actualmente ya no le dan valor a lo que tienen, cambian su tesoro por cosas que son perecederas. No debemos dejarnos engañar, conozcamos lo que vale la presencia de Dios y no la cambiemos por unas pocas monedas. Jesús es el aire que respiramos, quien nos cuida y nos protege, no cambiemos ese tesoro por cosas sin valor.