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Caminando en lo sobrenatural
Pastor Javier Bertucci
Domingo 14-11-2021
La Iglesia no es una organización natural, es un ente completamente espiritual que posee vida eterna, reconociendo que mantiene sus pies en la tierra, pero su mirada en el Cielo. Cuando ella es consciente de su vida espiritual, reconoce las realidades de este mundo y sus verdades, sabiendo que la realidad puede ser cambiada, debido a que solo las verdades son eternas. No podemos entregarnos al pensamiento de que si algo va a pasar nada lo puede detener, porque ¿para qué orar si no creemos que las cosas pueden cambiar?
2 Reyes 20:3: “Te ruego, oh Jehová, te ruego que hagas memoria de que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho las cosas que te agradan. Y lloró Ezequías con gran lloro”.
Las realidades son cambiantes, si vemos el ejemplo de Ezequías, rey a quien le fue anunciada su muerte, él clamo a Dios argumentándole que nadie lo adoraría como él lo hacía, provocando que Dios cambiara su realidad y le otorgara 15 años más de vida. Cuando oramos con la fe de que Dios puede cambiar nuestra realidad, entonces Él lo hará.
Debemos dejar de caminar en la naturalidad, averiguando qué sucederá por cálculos racionales; la Palabra de Dios establece que: “Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma” (Hebreos 10:38), esto indica que el creyente verdadero debe vivir enfrentando lo imposible con gallardía, atrevimiento y mucha fe.
Nuestras acciones deben basarse en la fe, debemos accionar incluso cuando las cosas no están a nuestro a favor, porque solo de esta forma Dios corresponderá nuestra fe. Cuando el pueblo de Israel se encontraba frente al mar rojo y Moisés no sabía qué hacer, Dios le recuerda que debe accionar para que Él pueda corresponder a su fe (Éxodo 14). Caminar en lo sobrenatural implica que debemos ser responsables con nuestra parte y accionar esperando un respaldo de Dios.
Cuando decidimos caminar en lo sobrenatural, creemos, debido a que hemos visto a Dios actuar, y ante la dificultad nuestra principal reacción siempre determinará el curso de la historia. Nuestra mente finita siempre actuará por la racionalidad, pero la fe debe salir a flote para impulsarnos a creer que lo que vemos puede transformarse, porque a Dios le agradan las personas que creen en Él.
Mateo 14: 28-29: “Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús”.
Debemos decidir creer por lo sobrenatural, cuando lo hacemos, nos mantendremos sobre las circunstancias y caminaremos sobre el mar como Pedro.
Todo lo que hoy se ve puede cambiar mañana, debido a que la realidad es cambiante. Cada paso que Pedro daba era de fe y en dirección al milagro. Cada paso que damos en fe hacia el futuro gesta un cambio en nuestra realidad, aun cuando no lo veamos, la realidad se está transformando a nuestro favor, por eso debemos mantener pasos firmes aun cuando todavía veamos la tormenta.
Mateo 14:30-31: “Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?”
Cuando Pedro dejó de ver a Jesús y se centró en lo grande de las olas y lo fuerte de la tormenta, empezó a hundirse, porque el autor y consumador de la fe es Jesucristo; esto significa que cuando anclamos la fe en los recursos, en nuestro dinero y talento, nos vamos hundir, en cambio, si ponemos la fe en Jesús caminaremos sobre los problemas. Incluso si quitamos nuestros ojos de Jesús no estamos perdidos, Pedro se encontraba bajo el agua y Jesús se acerca a él para extender su mano y sacarlo del agua; si llegasemos a sumergirnos en los problemas debemos mirar al Cielo para ver la mano de Jesús que desea levantarnos y enseñarnos a caminar sobre la aflicción junto con Él.