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Propiciadores de milagros
Pastor Javier Bertucci
Domingo 30-01-2022
Muchos fueron los milagros que propiciaron los hombres y mujeres en la Biblia, por ser tantos, el Espíritu Santo tomó los más relevantes; sin embargo, hay muchos que no quedaron registrados. Ahora bien, la historia de los hechos bíblicos no ha terminado, aún se escriben hasta la segunda venida de Cristo.
Los propiciadores de milagros no están buscando fama, son hombres y mujeres conocidos en el cielo y temidos en el infierno, con relaciones con Dios estrechas y personales, y que no ostentan esa relación, sus hechos hablan más fuertes que sus palabras.
Un propiciador de milagros no nace así, se va formando al estar con Dios, además, siempre tiene su atención, devoción y servicio en Dios, sabe estar bajo autoridad y tiene una normativa de respeto, no es arrogante, avaro o egoísta. Dios está buscando propiciadores de milagros, porque este país necesita un milagro urgente.
Marcos 2:3: “Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro”.
Estos cuatro hombres fueron propiciadores de milagros, se encargaron de que las personas fuesen a oír y a conocer a Jesús, porque sabían que quien le conocía, no era más igual. Los mayores propiciadores de milagros son aquellos que tratan de presentarle a Jesús a alguien, con quien propician el milagro de la redención, que es el más grande. Los propiciadores de milagros cargan al necesitado, son sensibles, y eso les lleva a tomar cargas que no son de ellos, no pueden orar sin incluir las cargas de otros, siempre quieren ser una influencia de bien para otros, no quieren ser comunes, bendicen la vida de muchos.
Un propiciador de milagros siempre debe mantenerse en el lugar que Dios lo quiere y no donde su corazón engañoso lo quiere llevar, tiene carácter espiritual, no anda por emociones, sino por convicciones. Jesús jamás pensó en dejar al Padre, aunque había cosas que no entendió, sabía que vino a la tierra a obedecer.
Cuando Dios nos carga por la salvación de las masas, nos da formas diferentes, pero también los recursos. Los propiciadores de milagros no son hombres y mujeres que aceptan un no por respuesta, son tenaces, y entienden que son más eficientes como equipo, que, como individuos. El propiciador lleva a la gente hasta Jesús, pero la salvación y el milagro ya es asunto de Él. Dios nunca olvidará el trabajo de los propiciadores de milagros, Él los va a recompensar, aunque ellos no están buscando intereses personales, sino solo agradarle, conocen que lo que hacen es algo más grande que sus propias vidas. Nuestro tiempo en la tierra es fugaz, comparado con la eternidad, y muchas veces estamos más preocupados por las cosas de esta tierra.
Hay que tener decisión y determinación para ser un propiciador de milagros. Ocupémonos de hacer la voluntad de Dios y no la nuestra. El Espíritu Santo está trabajando en nuestras vidas para hacer de nosotros personas que pueda usar para hacer cosas grandes, y si seguimos adelante haciendo todo para el Señor, alegrándolo, algo grande vendrá a nuestra vida.