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“La Convocación de los Valientes”

(Noche 2, Congreso Nacional de Jóvenes 2023).

Pastor Javier Bertucci,

25 de agosto de 2023.

 

La iglesia no depende de un sistema económico para bendecir a una generación completa a través de un Congreso de Jóvenes, solo depende de la fe en Dios.

“He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá” – Habacuc 2:4.

El objetivo del congreso es recuperar la imagen de Jesús en el corazón de los jóvenes, la cual se ha visto tergiversada por la religión, que engaña a muchos, a través del juicio, para que se alejen de Dios sumergidos en la culpa por sus pecados, errores y fallas. Pero los líderes de la Iglesia deberían preferir tener a los jóvenes en una constante restauración con Dios, más bien que alejados por causa de la condenación.

Actualmente, los jóvenes ven como medida para prosperar el salir de su país y buscar un futuro mejor, pero sin importar donde estén, todos los que se han ido, jamás dejaron de ser parte de una familia, una Iglesia y una nación. Pero muchos de ellos volverán por el poder de la convocación de Dios a un mover espiritual que nunca habían visto.

Cuando Dios hace la convocación de su pueblo, Él dará todos los recursos necesarios para que todos puedan acceder a recibir lo que Él está dando, y aun sin los recursos monetarios, el poder de la fe puede hacer grandes cosas para que todo suceda, y aun más cuando se trata de los jóvenes, llevando un despliegue de amor y esperanza.

La pasión por las cosas de Dios comienza con un corazón lleno de ímpetu y entusiasmo, dispuesto a ser enseñado y a ser guiado para ser impulsor de la obra del Señor, pero es necesario que se determine al tiempo de Dios con un antes y después para comenzar a ver la manifestación de Su poder. En necesario que los jóvenes puedan levantarse del pasado y comenzar a caminar en el hoy hacia lo nuevo que Dios está trayendo para sus vidas, en Su dirección.

Ahora, levántate y pasa eso a lo que llamas “obstáculo”. Para los hijos de Dios no hay tiempo para tener lástima, hay que levantarse y proseguir a lo que Dios ha preparado, porque no hay tiempo que perder cuando sabes a lo que Dios te ha llamado.

El hecho de que no veas lo que Dios te ha dado, no significa que no exista; lo que Dios ha hecho y preparado para ti, lo va a entregar a su tiempo y no será algo por lo que tendrás que pelear para obtenerlo, sino para recibirlo.

Dios puede darte lo que amas, solo tienes que creer que el Señor puede hacerlo.

Venezuela es el país por el que muchos luchan a través de la fe y creyendo en Jesús que una generación joven se levanta en medio de la peor circunstancia para construir un futuro mejor.

“Mirad, yo os he entregado la tierra; entrad y poseed la tierra que Jehová juró a vuestros padres Abraham, Isaac y Jacob, que les daría a ellos y a su descendencia después de ellos” – Deuteronomio 1:8 (RV 1960).

No hay circunstancia ni pecado que te pueda hacer frente joven, porque en ti hay la pasión del Espíritu Santo, la cual empieza a arder cuando Dios comienza a llamar a sus escogidos, a hacer Su convocación.

“Yo los llamaré con un silbido, y los reuniré, porque los he redimido; y serán multiplicados tanto como fueron antes” – Zacarías 18:8 (RV 1960).

En este tiempo, Dios está convocando a su pueblo con un silbido, con el que muchos atenderán desde cualquier lugar en el que estén para volver a su tierra de nacimiento, la tierra del avivamiento, y serán multitudes las que estarán caminando en dirección a lo que el Señor quiere que hagan en este tiempo. En el caso de Venezuela, propiciando un tiempo de sanidad y restauración para todo el país.

Será tal el llamado, que las personas no podrán resistirse a lo que Dios les ha enviado a hacer y para lo que quiere traer.

Ya no importa lo que pasó u ocurrió, no es tiempo de vivir de glorias pasadas, sino de fijar la mirada y disponer el corazón hacia lo que Dios está trayendo al presente para construir el futuro que prometido. Lo que Dios dice hoy, lo hará mañana.

Parte del trabajo de quienes han sido llamados por Dios es replicar ese llamado que Dios está haciendo a otros, para que igual que en Zacarías, quienes ya han atendido al llamado puedan emitir un silbido que atraiga a los otros y así puedan apoyar la visión del Señor.

Es un tiempo en el que no solamente se necesita recuperar la imagen de Jesús, sino ser instrumentos para que Dios pueda atraer con amor a su pueblo a fin de establecer su Reino; y esto, por medio de la convicción de que somos la viva IMAGEN de Jesús.