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Cuando mi fe se debilita
Pastor Francisco Barrios,
24 de marzo de 2024
Las malas temporadas pueden debilitar nuestra fe, y antes de que ésta se apague o desvanezca, Jesús intervendrá con un milagro para que tu fe no muera.
Esas temporadas malas que aun nos hacen dudar de la existencia de Dios, pero nuestro mayor recurso es la fe para salir y vencer, pues tiene el poder de sacarte de lo natural donde el enemigo puede atacarte para llevarte a un ámbito sobrenatural donde no puedes ser vencido.
En lo sobrenatural eres invencible, por eso el diablo quiere debilitar tu fe.
Jesús jamás nos va a juzgar o dejar por tener una fe pequeña o no adecuada, Él te va a salvar de todo eso.
Dios va a intervenir antes de que tu fe de desvanezca, y pasarás de ser una vela humeante escondida en un templo a una antorcha encendida en la cumbre de un monte.
No tengamos una percepción equivocada de la fe, sea grande o pequeña, Dios puede hacer un milagro a tu favor.
“El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente” – Salmos 91:1 (RV1960).
Jesús nunca te va a dejar.
“Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!” – Mateo 14:30 (RV1960).
Tu angustia, tu sufrimiento y tu clamor despierta el corazón amoroso y paternal de Dios, porque aun dudando de Su poder, el Señor jamás dudará en levantarte y restaurarte.
Seamos aquellos que siembren esperanza y amor a quienes sufren y pasan por momentos difíciles.
“¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!” – Romanos 10:15 (RV1960).
Jesús no permitirá que tu fe sea asesinada en ninguna circunstancia.
“Oyéndolo Jesús, le respondió: No temas; cree solamente, y será salva” – Lucas 8:50 (RV1960).
La fe que te ayudará a sobrevivir la noche oscura en una semilla que está dentro de ti.
“Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme” – Marcos 1:40 (RV1960).
Aun cuando no te creas merecedor de un milagro de Dios, siempre hay fuerzas para correr a Jesús y aumentar tu fe confiando en Su poder.
Busca agradar a Dios con tu fe, y así también le agradarás con las obras.
“Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré. Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros” – Juan 20:25-26 (RV1960).
No importa lo que tus ojos vean, pelea la buena batalla de la fe y cree lo que Dios ha prometido para tu vida, porque esa lucha anticipa un milagro.
Jesús hará hasta lo imposible para que tu fe no muera, todo por causa de la magnitud del amor que siente por ti.
Predica con tus experiencias y heridas hacia quienes hoy atraviesan un momento difícil, sé el instrumento que permita que otros puedan renovar su fe en Jesús.
En tu momento más débil, Jesús aparecerá frente a ti con un milagro y te fortalecerá porque no son tus habilidades las que te mantienen en pie sino el poder de Dios sobre ti.
Nunca le escondas tus heridas a Jesús, Él siempre te va a entender, jamás te va a juzgar y siempre te va a ayudar.
“Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron” – Juan 20:28-29 (RV1960).
Mantente creyendo de que en medio del momento oscuro, la luz de un milagro de Dios iluminará tu vida y te dará la estabilidad que hoy estás necesitando.
Recuerda, si tú le crees a Dios, Él puede hacer lo imposible posible.