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El poder de la oración libre de mala conciencia
Pastor Francisco Barrios, martes 09 de abril de 2024
Quien no ora sufrirá mucho, pero quien ora sufre y recibe consuelo para vencer y aprender.
La mala consciencia que nos recuerda nuestras fallas y errores nos limita la fluidez en la oración y la fe en la misma.
El sufrimiento del creyente está ligado a la falta de oración, producto de malas enseñanzas que nos hacen creer que nuestras oraciones son escuchadas de acuerdo a nuestro desempeño o comportamiento.
Lo que nos da derecho a ser oídos en el cielo no es nuestras acciones sino nuestra fe, tener una mala visión de esto limita una vida de oración a un comportamiento y no al sacrificio de Jesús, el cual es la única vía para que nuestras oraciones sean escuchadas por el Padre.
“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra” – Santiago 1:5-6 (RV1960).
La fe es la sustancia que nos da el derecho de ser oídos en el cielo, no te permitas dudar y ser inconstante debido a las circunstancias.
En el tiempo malo o en el tiempo bueno, nuestra fe debe estar puesta en lo inconmovible que es Jesús, quien es Rey de reyes, porque solo Él es Todopoderoso.
Para la oración, no hay condiciones, más en cambio debe existir fe en el poder de Jesús.
“puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios” – Hebreos 12:2 (RV1960).
Cuídate de que tu conciencia no sea alimentada de lo que haces o de tus fallas o errores, eso no permitirá que puedas establecer una vida de oración que haga crecer tu fe.
Nuestra fe no se debe medir por las circunstancias, deben regirse siempre por el poder que hay en el sacrificio de Jesús y no por nuestra propia consciencia que nos puede hacer crecer el orgullo y volvernos independientes de Dios.
“Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, Mas al altivo mira de lejos” – Salmos 138:6 (RV1960).
Alimenta tu conciencia de acuerdo a todo lo que Jesús hace, de modo que, si haces algo bueno, automáticamente entiendas que la gloria solo le pertenece a Él, y no por causa de un hombre.
Si Dios no balancea Su unción sobre una persona, la voz del enemigo va a contaminar el corazón con su humanidad, talentos y dones, en tanto le sepamos reconocer, nuestro Dios se va a glorificar en nuestra debilidad.
“Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo” – 2 Corintios 12:9 (RV1960).
El intercambio que constantemente hacemos con Dios a través de la gracia, nos hace renunciar a lo peor de nosotros para recibir lo mejor del Señor.
No alimentes tu conciencia por lo que ves en tus lideres, sino por quien Dios es.
La gracia de Dios nos recuerda que nuestra propia humanidad no puede salvarnos de lo que realmente merecemos, solo se puede hacer por medio de Jesús.
No es por obra, es por fe, recuérdalo siempre.
No centres tu propia conciencia en tus acciones sino en todo lo que conquistó Jesús por amor a ti en la cruz.
“Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado” – Juan 16:8-11 (RV1960).
Somos justos por la gracia de Dios, aunque nos equivoquemos y tengamos fallas, no es Dios ni el Espíritu Santo quienes te recuerdan tus errores, no dejes que el enemigo contamine tu mente.
Gracias al sacrificio de Jesús has sido salvado de la condenación del pecado, ese sacrificio permite que pongas tu esperanza en lo inconmovible que es Jesús.
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu” – Romanos 8:1 (RV1960).
“Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo” – Hebreos 10:19 (RV1960).
“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” – Hebreos 11:6 (RV1960).
“acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura” – Hebreos 10:22 (RV1960).
Quien tiene una certidumbre libre de conciencia, tiene un corazón lleno de fe, porque no hay limites causados por nuestras acciones, sean buenas o malas.
“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” – Hebreos 4:16 (RV1960).
Eleva a Jesús en tu oración, y verás a Dios actuar, aun estando bajo ataque por la conciencia de tus propios actos.
Mantenerse siempre sabiendo de que nada somos sin Dios, nos invita a desarrollar un corazón purificado y ser liberado por causa del amor de Jesús, y a permanecer dentro de Su gracia.