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Cuando estás al límite

Pastor Francisco Barrios, 26 de mayo de 2024

“Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron. Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación. Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra. Cuando se levantó de la oración, y vino a sus discípulos, los halló durmiendo a causa de la tristeza; y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en tentación. Mientras él aún hablaba, se presentó una turba; y el que se llamaba Judas, uno de los doce, iba al frente de ellos; y se acercó hasta Jesús para besarle. Entonces Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre? Viendo los que estaban con él lo que había de acontecer, le dijeron: Señor, ¿heriremos a espada? Y uno de ellos hirió a un siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Entonces respondiendo Jesús, dijo: Basta ya; dejad. Y tocando su oreja, le sanó” – Lucas 22:39-51 (RV1960)

La oración en los momentos de mayor agonía te libra de la tentación y hace que Dios enderece tus caminos.

Cuidémonos de buscar salidas cortas a procesos largos que te traen un final de bendición, más bien oremos para que en medio del proceso, estemos siempre de la mano de Dios, porque Él es fiel.

Aun en el dolor, la oración nos reconforta de ser afectados en gran manera del dolor del proceso.

En los momentos más duros de agonía en tu vida, Dios despertará en ti la fe para sacar algo glorioso.

“Hiciste cabalgar hombres sobre nuestra cabeza; Pasamos por el fuego y por el agua, Y nos sacaste a abundancia” – Salmos 66:12 (RV1960)

Hay situaciones tu vida que sacarán lo mejor de ti, y muchas veces eso forma parte del proceso de Dios en tu vida para cambiarte, porque es necesario el proceso para poder ver los cambios.

Cambia el enfoque que tienes de cada proceso, entendiendo que Dios siempre quiere sacar lo mejor de ti, aunque tengas que vivir momentos duros que luego te llevaran a lugares altos que puedan representarle a Él con la mayor honra.

Aprende a confiar que Dios te va a librar en medio del proceso, porque así está formando a hijos que le sean una representación llena de honra para Su Reino.

Cuídate de ofrecer una imagen viva, pero no estar de la misma manera dentro de ti.

Estando en el medio del proceso, tu estás en las manos de Dios.

“Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria” – 2 Corintios 4:17 (RV1960)

Estar al límite de tu fe, te puede conducir a tu victoria, solo debes creer que por medio de la oración la puedes conquistar gracias al poder del Espíritu Santo.

Es necesario que sientas que ya no puedas más, para que sea la gloria de Dios sacando de ti lo mejor y edificándote para niveles más altos.

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” – Filipenses 4:13 (RV1960)

Jesús siempre intervendrá para ayudarte cuando estés al límite.

La fe no nos libra de vivir momentos duros, pero nos asegura salir de ellos fortalecidos y vencedores por medio de la fe en Jesús.

“Habiendo estado con vosotros cada día en el templo, no extendisteis las manos contra mí; mas esta es vuestra hora, y la potestad de las tinieblas” – Lucas 22:53 (RV1960)

Hay momentos en los que deberás guardar silencio, porque lo que Dios hará será mejor que tus palabras, por eso no dejes que la derrota te distraiga de la victoria que te espera.

Determínate a confiar en Dios en cada temporada, sea buena o mala porque la oración no cambia procesos, solo nos prepara para entrar en él.

Jamás estarás solo, porque el Espíritu Santo es fiel.

La oración te hará entender por medio de la sabiduría y el entendimiento del Espíritu Santo, que es necesario el tiempo de tu proceso para que el Señor pueda hacer de ti una mejor persona, para que puedas ser liberado y hallar la paz plena que solo Él puede ofrecerte.

Dios jamás te descartará, jamás te rechazará ni te abandonará.

Ten la plena confianza de que el amor del Padre te abrigará en tus peores momentos y cumplirá Su voluntad sobre tu vida, tomando cada una de tus heridas, defectos, debilidad y pecados para Su gloria, haciéndote ver que, aunque el mundo no vea tu valor, a los ojos de Dios tu eres Su más grande tesoro.

Si hoy estás al límite, Dios hoy te dice que Él es tu ayudador y que Él te llevará de Su mano a través del proceso, haciéndote victorioso por medio de Su amor y cuidado, si Él tiene el control de tu vida, aprende a descansar en Su presencia y en los planes que Él tiene para ti.

Sé libre hoy de todo lo que te aqueja por medio de la extensa e infinita cobertura del amor del Padre.