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A una gloria mayor
Pastor Javier Bertucci, sábado 09 de noviembre 2024
“¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su gloria primera, y cómo la veis ahora? ¿No es ella como nada delante de vuestros ojos?” – Hageo 2:3 (RV1960).
Dios constantemente desea que sepamos que lo que una vez hizo, lo volverá a hacer a una magnitud que jamás esperamos, y eso se logra no queriendo que Dios bendiga nuestros planes en una preparación para ese tiempo sino adaptándonos a lo que Él desea hacer.
Que privilegio tan grande es ser escogido por Dios para llevar a cabo Su plan, Dios no busca cualidades para ello, está buscando corazones alineados a Él. Y Su plan es una obra que no se detiene en busca de quienes la ejecuten, porque la realidad no puede afectar lo que el Señor ya a destinado a que suceda.
Las realidades de hoy no pueden afectar el plan de Dios para mañana, por eso no importa la circunstancia, si Dios lo dijo, Él lo hará, y reunirá desde cualquier lugar a quienes estén listos para ir a un nuevo nivel de gloria.
Los llamados de Dios no toman en cuenta los cargos o las distinciones, sino los corazones que estén dispuestos a cumplir Su plan, que no debe ser cuestionado sino promovido a su ejecución.
No pierdas el ánimo, sino que, con toda esperanza de vivir tiempos de gloria, esfuérzate en cumplir el plan de Dios para el que fuiste escogido, y aunque lo que esperas se puede retrasar, existe en Dios la seguridad de que sí llegará.
“Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios”- Deuteronomio 28:2 (RV1960).
Esfuérzate y no dejes de creer, porque los más grandes milagros suceden en los peores momentos o circunstancias más difíciles, porque nada de ello es impedimento para que Dios cumpla lo que prometió generando circunstancias sobrenaturales a tu alrededor para que sepas que no es por tus habilidades sino por Su poder.
Dios busca corazones atrevidos que puedan darlo todo por causa de Él, personas de este tipo cautivan al Señor y Él es fiel para honrar la obra de tus manos.
Porque algo grande viene de camino, hay que estar alineados al plan de Dios con corazones dispuestos a obedecerle y confiar en Él por medio de una relación única y profunda con Cristo.
