Ayuno Nacional

Pastor Gustavo Valbuena

Sábado 19-02-2022

Efesios 3:20: “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros”.
Tenemos un Dios más poderoso que la enfermedad, las deudas y la aflicción, Él es capaz de hacer cosas mucho más grandes de las que podemos pensar e imaginar, así que no podemos limitar a Dios con nuestra declaración o con nuestros pequeños pensamientos. Si no nos gusta lo que vemos, debemos cambiar lo que estamos pensando y diciendo, porque cuando cambiamos nuestra forma de hablar, Dios cambiará la situación a favor de nuestras vidas.

Lo primero que tenemos que romper es con nuestra estructura mental, porque el Cielo siempre dará cosas sorprendentes a los que oran, entonces si no recibimos los grandes milagros que deseamos es porque quizá no estamos orando correctamente. Debemos romper con la fe pasiva que nunca podrá conquistar nada, recordemos que somos hijos de un gran Dios, y por ende somos herederos de sus bendiciones.
Abramos nuestra boca, cambiemos la declaración, y creamos por cosas grandes, no tenemos un Dios dador de lo pequeño, sino uno que responde de forma tan grande como Él. Desafiemos nuestra fe y probemos a Dios en lo que Él ya ha dicho a favor de su pueblo; en el cielo hay grandes contenedores llenos de milagros increíbles, todos disponibles para nosotros, pero todo eso está a la espera de que aprendamos a pedir correctamente.

2 Corintios 4:18: “No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”.

No podemos vivir observando solo las cosas de este mundo, hay una realidad espiritual que es más verdadera que la que vivimos. Dios desea que alcancemos las riquezas del mundo espiritual, porque esas son eternas, es decir, que cuando recibimos una bendición del Cielo está nunca dejará de correr sobre nuestra vida.
No nos dejemos distraer por las cosas terrenales, todo lo físico y natural es temporal, pero en cambio, si nos enfocamos en lo eterno no dejaremos de recibir lo que es perdurable. Los problemas de cualquier índole tienen una fecha de vencimiento, solo tenemos que poner nuestro granito de arena al tener fe y esforzarnos a emprender, entonces veremos como Dios nos respaldará y cosas sorprendentes pasarán sobre nuestras vidas.

1 Corintios 2:9: “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman”.

Dios ha preparado grandes cosas para quienes le aman, pero aun cuando no las veamos hoy, no significa que no vendrán en días o semanas, porque la Biblia establece que ya están preparadas para nuestras vidas, familias y finanzas. Sin embargo, hay una cláusula para recibir todas las bendiciones, y es que nos serán dadas acorde a nuestro amor por Él, esto asegura que no debemos buscar a Dios por interés, sino con amor genuino.

No le metamos la lupa de nuestra carnalidad a los problemas, ellos no son más grandes que el Dios que poseemos. Dejemos atrás las dificultades y empecemos a pedir cosas grandes e increíbles, milagros que desafíen nuestra fe y nos muestren al Dios que tenemos. Cambiemos nuestra forma de hablar y los pensamientos negativos por la fe y la confianza para obtener cosas sorprendentes.