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De la abundancia del corazón habla la boca
Pastor Francisco Barrios
Martes 06-09-2022
El Espíritu Santo, también llamado el “Espíritu de gracia”, y es el guía de la provisión. Porque muchas de las oraciones están conectadas a necesidades propias del ser, es decir, si posees una necesidad de salud, tu oración se enfocará en solicitar la sanidad de tu cuerpo; si es económica, tu oración se establecerá en el área económica. “Tu necesidad impulsa tu oración” ¿Cómo enfocar tu fe en oración?
El Espíritu Santo nos habla acerca de Jesús para guiarnos a toda verdad y a la provisión que solicitamos de Jesús en cualquier área de nuestras vidas. El Espíritu Santo va encubierto, porque no le gusta mostrarse; Él quiere manifestar a Jesús, y su misión es guiarte y exponerte a la gracia de Jesús, como el pacto de gracia y no de condenación, no de Ley, no de persecución, sino de restauración. Jesús extiende su gracia, no a los más perfectos, sino a los que son imperfectos; ante la Ley el más perfecto se muestra imperfecto, pero la gracia, al más imperfecto lo hace perfecto.
El Espíritu Santo, no es tan sólo Espíritu de gracia, también es de poder, de unción y de gloria. Cuando los ciento veinte (120) discípulos estaban en el aposento alto orando a Dios, el Espíritu Santo se derramó sobre ellos, es el mismo Espíritu de Jesús; ellos sostenían las enseñanzas y la palabra de Jesús, pero no el Espíritu de Jesús. Por lo que muchas veces caían en la torpeza de los hechos, al exhibir o demostrar otro tipo de actitudes, no acordes con el proceso de Jesús. Pero ese día ya no fue solamente la palabra, sino que cae un derramar mediante la gracia del Espíritu Santo. Y salieron a predicar la Palabra ardientemente con abundante gracia y favor.
Hechos 4:33 (RVR1960): “Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos”.
Es por ello, que se hace énfasis es dos acepciones de suma relevancia, que son: tener o manifestar la palabra de Cristo, y la otra, tener el Espíritu de Cristo, porque tú puedes tener la palabra de Cristo, pero no su precioso Espíritu. Aun los demonios conocen la Palabra, y la hablan tergiversándola para dominios corruptibles pero no poseen jamás el Espíritu de la Palabra.
Hay muchas personas que pueden dominar un lenguaje, la vida, formas o maneras cristianas, pero no tienen un corazón cristiano. “El Espíritu Santo se encarga de que poseas un corazón y una vida cristiana”. Cuando posees la gracia de Dios sobre tu vida, la impartes, y se suma el favor, dando como respuesta la provisión, y por ello, se presentó entonces la abundancia de la gracia y la provisión en todas las áreas.
Hechos 2:45 (RVR1960): “Y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno”.
Y estos discípulos cuando estaban con Jesús vivían peleando cual sería el mayor, quien tendría mejores oportunidades, pero cayó la presencia del Espíritu Santo, y ya no era solamente una superficialidad en la cultura cristiana, sino que comenzó un corazón cristiano a través del poder de Dios; en su abundancia de gracia sobrevino la abundancia de la provisión.
“El Poder de Dios expone y revienta lo más oculto del corazón humano”. Jesús hablo sobre la gracia y luego de ello otorgó el Espíritu de gracia, y una de sus características es darte dirección, y el Espíritu Santo te guía en tu adoración, en tu oración, te indica el proceder correcto, y te enseña la determinación de una actitud cristiana, para así mediante el proceso llevarte a tu provisión.