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Dios sabe quién soy

Pastor Francisco Barrios

Domingo 12-09-2021

Jueces 6: 1-5: “Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de Madián por siete años. Y la mano de Madián prevaleció contra Israel. Y los hijos de Israel, por causa de los madianitas, se hicieron cuevas en los montes, y cavernas, y lugares fortificados. Pues sucedía que cuando Israel había sembrado, subían los madianitas y amalecitas y los hijos del oriente contra ellos; subían y los atacaban. Y acampando contra ellos destruían los frutos de la tierra, hasta llegar a Gaza; y no dejaban qué comer en Israel, ni ovejas, ni bueyes, ni asnos”.

Puede que no sepamos quienes somos, pero Dios sí lo sabe, porque Él nos creó y sabe cuál es nuestro propósito. En el libro de Jueces leemos la historia de cómo el pueblo de Israel sufría por causa de los madianitas, estos les quitaban sus cosechas, dejándolos sin alimento. El pueblo sufría en gran manera y parecía que no había solución, sin embargo, Dios tenía una fecha de expiración para esa situación y levantaría a alguien que los liberaría.

Jueces 6: 11-14: “Y vino el ángel de Jehová, y se sentó debajo de la encina que está en Ofra, la cual era de Joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas. Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente. Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas. Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo?”

Un ángel le aparece a un joven llamado Gedeón para darle un mensaje de aliento, le dice que Jehová estaba con él, pero a Gedeón le era difícil creer que Dios lo acompañaba, debido al duro momento que vivía su país. Gedeón se queja con el ángel, afirmándole que Dios se había olvidado de su pueblo, y a pesar de ello, el ángel le declara que él era un guerrero, porque Dios estaba de su lado. No somos grandes por nuestras capacidades, sino porque Dios camina con nosotros.

Jueces 6:15-16: “Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre. Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre”.

Todos, en algún momento nos hemos sentido como Gedeón, sabemos que Dios es grande y fuerte, pero no creemos que podamos con los problemas. Dios podía ver el potencial de Gedeón porque lo conocía, pero él no lograba verlo, porque no se conocía a sí mismo. Descubriremos lo que Dios colocó en nuestras vidas cuando lo conozcamos a Él, y para ello debemos dejar de envidiar los talentos de otros y enfocarnos en Dios, solo así alcanzaremos la verdadera grandeza.

Romanos 8:29: “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos”.

Dios nos conocía desde antes de nacer y nos diseñó para parecernos a Jesús, no para envidiar la gracia de otro hombre. Dios quiere que nos parezcamos a lo que Él estableció para nosotros, que actuemos conforme a su propósito para con nosotros.

Cuando descubrimos quiénes somos, alcanzamos gloria, pero cuando no sabemos quiénes somos, nos percibimos por lo que ven nuestros ojos; por eso muchas personas intentan aparentar que tienen gloria por como visten, por lo que poseen o por su inteligencia, pensando que eso les da valor. Y por el contrario, el valor de alguien viene de su grandeza interior, por eso no podemos anclar nuestra autoestima a cosas exteriores, porque todo lo externo puede cambiar.

Dios permitió que la situación de dificultad en la que vivía Gedeón lo golpeara para sacar lo mejor de él. Así como se golpea el trigo para que suelte la mejor parte, Dios deja que ciertas situaciones nos afecten para despertar al hombre espiritual que vive en nosotros. Dios quiere que conozcamos el verdadero potencial que hay en nosotros, Él desea despertarnos para vivir en el propósito que ha establecido. ¡Debemos levantarnos como Gedeón para conquistar a un país!