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El espíritu contagioso del derecho

Pastor Francisco Barrios,

07 de noviembre de 2023.

 

La razón por la que en las iglesias hay los espíritus de religiosidad es por la escasez de la gracia en las personas en habitan en ellas, lo que da paso a un espíritu altamente contagioso sobre el derecho.

“Y los filisteos presentaron la batalla a Israel; y trabándose el combate, Israel fue vencido delante de los filisteos, los cuales hirieron en la batalla en el campo como a cuatro mil hombres. Cuando volvió el pueblo al campamento, los ancianos de Israel dijeron: ¿Por qué nos ha herido hoy Jehová delante de los filisteos? Traigamos a nosotros de Silo el arca del pacto de Jehová, para que viniendo entre nosotros nos salve de la mano de nuestros enemigos. Y envió el pueblo a Silo, y trajeron de allá el arca del pacto de Jehová de los ejércitos, que moraba entre los querubines; y los dos hijos de Elí, Ofni y Finees, estaban allí con el arca del pacto de Dios. Aconteció que cuando el arca del pacto de Jehová llegó al campamento, todo Israel gritó con tan gran júbilo que la tierra tembló. Cuando los filisteos oyeron la voz de júbilo, dijeron: ¿Qué voz de gran júbilo es esta en el campamento de los hebreos? Y supieron que el arca de Jehová había sido traída al campamento. Y los filisteos tuvieron miedo, porque decían: Ha venido Dios al campamento. Y dijeron: ¡Ay de nosotros! pues antes de ahora no fue así. ¡Ay de nosotros! ¿Quién nos librará de la mano de estos dioses poderosos? Estos son los dioses que hirieron a Egipto con toda plaga en el desierto. Esforzaos, oh filisteos, y sed hombres, para que no sirváis a los hebreos, como ellos os han servido a vosotros; sed hombres, y pelead. Pelearon, pues, los filisteos, e Israel fue vencido, y huyeron cada cual a sus tiendas; y fue hecha muy grande mortandad, pues cayeron de Israel treinta mil hombres de a pie. Y el arca de Dios fue tomada, y muertos los dos hijos de Elí, Ofni y Finees. Y corriendo de la batalla un hombre de Benjamín, llegó el mismo día a Silo, rotos sus vestidos y tierra sobre su cabeza; y cuando llegó, he aquí que Elí estaba sentado en una silla vigilando junto al camino, porque su corazón estaba temblando por causa del arca de Dios. Llegado, pues, aquel hombre a la ciudad, y dadas las nuevas, toda la ciudad gritó. Cuando Elí oyó el estruendo de la gritería, dijo: ¿Qué estruendo de alboroto es este? Y aquel hombre vino aprisa y dio las nuevas a Elí. Era ya Elí de edad de noventa y ocho años, y sus ojos se habían oscurecido, de modo que no podía ver. Dijo, pues, aquel hombre a Elí: Yo vengo de la batalla, he escapado hoy del combate. Y Elí dijo: ¿Qué ha acontecido, hijo mío? Y el mensajero respondió diciendo: Israel huyó delante de los filisteos, y también fue hecha gran mortandad en el pueblo; y también tus dos hijos, Ofni y Finees, fueron muertos, y el arca de Dios ha sido tomada. Y aconteció que cuando él hizo mención del arca de Dios, Elí cayó hacia atrás de la silla al lado de la puerta, y se desnucó y murió; porque era hombre viejo y pesado. Y había juzgado a Israel cuarenta años. Y su nuera la mujer de Finees, que estaba encinta, cercana al alumbramiento, oyendo el rumor que el arca de Dios había sido tomada, y muertos su suegro y su marido, se inclinó y dio a luz; porque le sobrevinieron sus dolores de repente. Y al tiempo que moría, le decían las que estaban junto a ella: No tengas temor, porque has dado a luz un hijo. Mas ella no respondió, ni se dio por entendida. Y llamó al niño Icabod, diciendo: ¡Traspasada es la gloria de Israel! por haber sido tomada el arca de Dios, y por la muerte de su suegro y de su marido. Dijo, pues: Traspasada es la gloria de Israel; porque ha sido tomada el arca de Dios”– 1 Samuel 4:2-22 (RV1960).

Muchas veces la personas reclaman la honra del esfuerzo que se hace por servir en la iglesia, pero sin el Padre, sin la gracia y sin el sacrificio de Jesús, el éxito que hoy cosechan no lo hubieran obtenido.Por eso, siempre hay que tener en cuenta que los tiempos de honra en una persona son absolutamente todos dados por medio de la gracia de nuestro Señor Jesucristo, ni mas ni menos, y este es un tema con el que las personas tiene que aprender a cuidar su corazón de los elogios para no engrandecerse a causa de las palabras de otro.

El cristiano debe mantenerse en una posición siempre de humildad sabiendo que la gracia y el favor de Dios le ha hecho alcanzar el éxito y todo aquello que el Señor le ha preparado, de ese principio parte la bendición del creyente.

El hecho de que hayas servido por un gran tiempo en la iglesia no constituye un derecho en la iglesia de existir una promoción a nuevas áreas, sino que todo es por medio del llamado que Dios tiene con cada persona, y esto hace que otros llamados y ministerios mueran por causa de ese espíritu del derecho.

La raíz de este espíritu es un demonio que se opone a la gracia y el favor de Dios sobre la vida de alguien, haciéndole creer a la persona que “tiene el derecho de merecer algo”, y no se trata de merecer, se trata de recibir agradecido lo que Cristo ya te dio en la cruz del calvario con su sacrificio.
Dios quiere que ante Su presencia nos presentemos revestidos de Cristo, cuya gracia está por encima de cualquier pecado o falla humana que podamos cometer.

No uses instrumentos como la oración y el ayuno para propósitos vanos de merecer sino para alimentar tu fe, no seas como aquellos que tienen que pegar un precio para poder acceder a la presencia de Dios cuando Cristo ya nos dio libre acceso a ella.

No son ni tus oraciones, ni tus capacidades ni el derecho lo que otorga la gracia del Señor para desarrollar un llamado y por medio de Él recibir una promoción en cosas o áreas que normalmente no hubieras alcanzado si no fuera por la gracia de Dios.

Dios no se mueve por necesidad, se mueve por fe.

Seamos siempre agradecidos que, por la bondad de Dios, hoy permanecemos por Su gracia y no estamos donde realmente deberíamos estar de acuerdo a nuestras acciones y humanidad, como el infierno.

Cuando Dios ve el desorden dentro de Su casa, de inmediato prepara una transición hacia personas con corazones alineados a Su voluntad.

No caigamos en la mentalidad y peor aun, en ser contagiados por el espíritu de merecer o exigir a causa de títulos y demás cosas, lo cual da paso a una serie de acciones que no agradan a Dios.

Genera tu propio aceite de empatía y aprende a construir por medio de la gracia los principios y valores que Dios quiere en un corazón, no dependas de otros para lograrlo.

Predicamos más con el ejemplo que con las palabras.

El espíritu del derecho hace que la arrogancia y la altivez maten el servicio y buenos valores en una persona, por eso sé siempre una persona que trata con todos por medio del amor y la humildad radicada en lo que Cristo nos enseñó.

Cuidado con tener la razón y querer humillar a otros sabiendo que estás en lo cierto, se de las personas que corrigen con misericordia y verdad, entendiendo que ser misericordioso no tiene nada que ver con debilidad.

Dicho espíritu incluso está destruyendo matrimonios por el querer tener la razón.

La autoridad que Dios te da no es para amenazar a otros a tu propia conveniencia, líbrate de quienes no te aportan un crecimiento que agrade al Señor.

Las muchas acciones no proveen milagros ni el derecho a recibirlos, sino la fe en las promesas que Dios ha hecho sobre tu vida, porque el Señor no es injusto para olvidar lo que con amor has hecho sirviendo.

Dios quiere servidores amantes, que puedan estar con Él en todo momento, ya sea en el milagro o en medio del proceso.

Mantén siempre un corazón agradecido.

No seas parte de aquellos ruidosos que, como los hijos de Elí, se confiaron que la presencia de Dios estaría con ellos a pesar de sus iniquidades.

Ningún esfuerzo humano podrá hacer una conexión entre el cielo y tu sino por medio del sacrificio de Cristo.

Por encima de la ley que exige merecer, escoge el amor que cautiva el corazón del Padre, el amor es la base de todo, pues el mismo Dios ha roto las leyes que ha creado por amor a ti y a mí.

Jesús no quiere que seas el asesino del sueño o propósito de tu hermano por cumplir mandamientos o leyes, sino que seamos una extensión de Él.

Ten presente que la gracia no te da licencia para pecar o mantenerte en el pecado, la gracia no es impunidad, la gracia es un derivado del amor.

Dios con mucho amor tratará de convencerte de un arrepentimiento, para que no se cree la cultura de que no existe pecado sin arrepentimiento.

Usa el poder de la oración para cambiar la atmósfera y provocar un milagro que renueve tu fe cada día para tener la seguridad de que Dios por ti lo imposible lo hace posible.

Sé quienes sirven por amor y no por recompensa.