Project Description

El poder de creer en la abundancia del amor del Padre

Pastor Francisco Barrios,

25 de febrero de 2024

 

Todo nace a través de un pensamiento, y el creer alimenta las obras que da a luz el pensamiento, funciona tanto para bien como para mal.

Dios está interesado en que cambies lo que crees, para que así pueda cambiar lo que haces.

No te enfoques en el hacer sin el creer, porque cuando lo haces y fallas, son los pensamientos negativos los que te hacen prisioneros de conductas que no te permiten cambiar lo que estás creyendo encarcelado en la frustración.

Es importante que, al surgir el arrepentimiento, también haya un cambio de pensamiento, el cual te va a permitir vencer las adicciones, conductas o ataduras. Cuando te permitas a ti mismo creer lo correcto, darás a luz buenas obras.

“Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios” – Marcos 11:22 (RV1960).

El tener una mente correcta para creer no viene del positivismo, o de una persona, proviene de colocar tu fe en Dios para confiar en Su paternidad hacia Sus hijos.

Fe no es solamente creer, es tener siempre una buena opinión de Dios y de todo lo que hace hacia nosotros.

Desarrollemos una fe enfocada en Jesús y en el mensaje de Su gracia.

Tu fe se libera cuando escuchas el mensaje de Dios a través de Jesús, haciendo ver a la humanidad la abundancia del amor del Padre.

“Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo” – Romanos 11:17 (RV1960).

Los sentimientos malos en nuestra vida son las alertas de los pensamientos malos que no nos dejan vivir de acuerdo a lo que Dios desea, pero todo cambia cuando tu manera de creer se vuelve distinta, lo que automáticamente produce un cambio.

Los pensamientos son banderas de lo que estás creyendo, y lo que crees que se alimenta de lo que estás pensando; y todo cambia cuando le das espacio a la palabra de Dios, que trae luz a lo que hoy te puede estar haciendo creer de la manera incorrecta.

“Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino” – Salmos 119:105 (RV1960).

“Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” – Juan 8:31-32 (RV1960).

No hay nada que el mensaje de Jesús no pueda cambiar y darle libertad, pues solo Él tiene el poder de salvar a las personas de las conductas autodestructivas causadas por un mal pensamiento.

“Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo” – Juan 1:17 (RV1960).

La gracia es la verdad que Jesús nos dio, Su mensaje nos hace libres. Aun teniendo malos pensamientos para esperar lo peor, Dios nos muestra siempre su escandaloso amor para que podamos creer en el bien que nos provee por medio de Su gracia.

“porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor” – Gálatas 5:6 (RV1960).

La revelación de Dios trae liberación a tu fe, y trae una obra que inicialmente es movida por el toque del amor del Señor, sin condición.

Depende lo que enfoques tu fe también será afectada, y tal vez puedas perder muchas cosas, pero jamás lo que Jesús conquistó para ti.

La fe es la sustancia de tu milagro, y no es la ley la que cambia a una persona, sino los actos de amor de Jesús revelado a esa vida, porque permite la liberación de la fe y el enfoque de la misma en el amor trayendo consigo buenas obras con la motivación correcta.

Conoce y enfoca tu fe en un lugar correcto, para que no sean solo los milagros sino Aquel que los hizo; presta tu oído a la palabra de Dios, para que puedas creer y vivir bien.

Muchas veces las personas son pobres no por falta de dinero, sino por las estructuras del pensamiento.

Cambia tu camino con tu manera de pensar, pues eso alimenta tu forma de creer.

El amor de Dios revela la fe que provee de acciones dirigidas por amor.

“Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa” – Lucas 19:5 (RV1960).

El amor libera la fe correcta para accionar de forma correcta, no podemos ver un cambio sino se manifiesta el amor que se recibe de Dios.

No pongas tu fe en el canal por el que obtienes la provisión, enfócala en la fuente verdadera que suple cada una de tus necesidades.

“En las alturas abriré ríos, y fuentes en medio de los valles; abriré en el desierto estanques de aguas, y manantiales de aguas en la tierra seca” – Isaías 41:18 (RV1960).

Cuando cambias tu manera de pensar en muchos aspectos, eres verdaderamente libre.

“A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola” – Lucas 18:9 (RV1960).

No confíes en tu propia sabiduría, enfócate en la conducta y ejemplo de Jesús en el calvario, siendo imitadores de sus obras, alimentarás tu fe correctamente.

“Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá?” – Juan 6:25 (RV1960).

Mi objetivo para buscar a Dios no es los milagros, es enteramente toda Su persona; no valores más los milagros que propiamente a Jesús y todo lo que Él puede darte cuando te atreves a confiar en Él.

“Yo soy el pan de vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo. Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede este darnos a comer su carne? Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida” – Juan 6:48-55 (RV1960).

Cuando crees en lo que Jesús hizo por amor a ti, empiezas a pensar bien, puedes creer de forma correcta y solo así, puedes tener la mejor calidad de vida posible, todo desde el origen y la percepción de que el amor de Dios hacia tu vida es abundante.