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El poder de la resurrección de Jesús

Pastor Francisco Barrios

Domingo 17-04-2022

Todos conocemos lo que se celebra en Semana Santa, pero pocos entienden el poder de lo que significa que Jesús haya resucitado. Aun hoy tenemos la imagen de un Jesús crucificado y derrotado; y es cierto que Él vivió la crucifixión, pero Él no se quedó ahí. Jesucristo volvió de la muerte con una corona de gloria, y fue sentado a la diestra del Padre. No podemos tener en el corazón solo la imagen de un Jesús crucificado, más bien, debe reinar un Jesús de resurrección, lleno de gloria y poder.

Efesios 1:16-17: “No ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él. Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales.”

El apóstol Pablo oraba para que la Iglesia de los efesios adquiriera el espíritu de revelación del conocimiento de Jesucristo; entendiendo que por medio de esa revelación todos tendrían acceso al poder de la sangre de Cristo para vencer toda enfermedad, adicción, angustia o cualquier problema que se les presentara. Cuando se nos revela el poder de la resurrección de Jesús, entra en nosotros la esperanza de saber que, por medio de Cristo tenemos una herencia de bendición que se nos ha sido entregada.

Efesios 2:5-7: “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús”.

A Pablo se le reveló el inmenso amor de Jesús, quien por medio de su resurrección hizo que Dios no nos viera como pecadores, sino como sus hijos. Ahora Jesús está dentro de nosotros y fuimos sentados en lugares celestiales, esto quiere decir que, el mismo poder que resucitó a Jesucristo de entre los muertos, actúa en nuestra vida para revivir todo lo que esté muerto. Todos nuestros sueños, anhelos y esperanzas pueden revivir en el nombre de Jesús, solamente tenemos que creer.

Juan 20:19-20: “Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros. Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor.”

Cuando Jesús se le apareció por primera vez a sus discípulos después su muerte, lo primero que les dijo fue: “Paz a vosotros”, Él nos dejó paz, porque la ansiedad, la enfermedad, las deudas y las adversidades están vencidas en la cruz. Gracias a la resurrección de Jesús tenemos paz, la cual fue cancelada con sus heridas, y por eso tenemos derecho a la sanidad, la bendición, el poder, la victoria y al recibimiento de lo que el diablo ha buscado quitarnos