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Enamorados por su Amor

Pastor Javier Bertucci

Domingo 24-07-2022

 

La palabra “enamorado” posee raíces latinas que hacen referencia a aquellas personas que se encuentran envueltas en el amor. Si nos referimos a enamorados por su amor, hablamos de acciones realizadas por Jesús que nos influencian a sentir su amor puro, desinteresado y estable. Nadie puede amar profundamente si no presencia acciones que demuestren el interés de otra persona.

Romanos 5:5: “La esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.”

Romanos 5:8: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”

Nuestra historia de amor con Dios empezó con la muerte de Cristo, siendo esta la primera acción con la que el Padre demostraba su amor infinito. Amamos en medida a la confianza y acciones que percibimos de la otra persona, y esto es una decisión personal, porque el Espíritu Santo nos ha dado la capacidad de amar de forma desinteresada. Nuestro amor como humanos es deficiente, amamos al Padre por lo que nos da y no por lo que ya hizo.

1 Juan 4:19: “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.”

Efesios 2:1: “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados.”

1 Corintios 13:4-7: “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.”

Dios tuvo la iniciativa de amarnos, de salvarnos y llevarnos al cielo. Toda la gloria de ese gran amor le pertenece a Él, porque nosotros fuimos enamorados por sus acciones. Su profundo amor se mantuvo con nosotros cuando vivíamos llenos de pecados; Él nos cuidó y levantó cuando nadie más quería hacerlo. Como hombres nos cuesta comprender las dimensiones del amor de Dios, llegando a creer que es igual de limitado que nuestro amor; sin embargo, la descripción de 1 Corintios 13 explica el amor del Padre. Esa es la forma en que somos amados por Él, mientras que el amor que podemos ofrecer es deficiente.

En ese intento de entender el amor del Dios, muchas personas lo han expuesto totalmente tergiversado. Y por causa de esa malinterpretación, millones de personas se consideran imperfectos como para relacionarse con Jesús. Pero olvidamos que el cambio en nosotros está en manos del Espíritu Santo, en sus manos está ayudarnos a amar a Dios como Él se lo merece, solo si nosotros así lo decidimos.

1 Juan 4:18: “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.”

Efesios 3:18-19: “Así ustedes podrán comprender, junto con todos los que formamos el pueblo de Dios, el amor de Cristo en toda su plenitud. Le pido a Dios que ustedes puedan conocer ese amor, que es más grande de lo que podemos entender, para que reciban todo lo que Dios tiene para darles” (TLAI).

Cuando se tiene la idea de un Dios castigador, vivimos en temor y no comprendemos realmente su perfecto amor. El amor que el Padre nos entrega, es sin reproches, sin maltratos o juicios, es un amor que genera el deseo de corresponder con acciones de gratitud. Quien entiende el perfecto amor de Dios, sabe que al pecar puede regresar con la confianza de recibir restauración y misericordia.

2 Corintios 5:14: “Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron.”

Juan 3:16: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”

No podemos comprender el amor de Dios, solo conocerlo. Tener encuentros con Él, experimentarlo en la intimidad y sumergirnos en Su amor, es la única forma para descubrir el nivel en que Dios nos ama. El apóstol Pablo hablaba a los corintios que, al pensar en su gran amor y en su sacrificio por la humanidad, sentía que ese amor lo apretaba, lo abrazaba y lo comprimía. Quien experimenta el perfecto amor, nunca podrá dejarlo.

El discípulo Juan fue llamado el más amado por Jesús, pero esto no era verdad. Jesucristo amó a todos sus discípulos por igual, pero fue Juan quien se permitió disfrutar de ese amor. Tengamos el atrevimiento de gozar del amor de Dios, de recostarnos en su pecho y sentirnos amados. Jesús amaba incluso a Judas, Él tuvo una relación con cada discípulo, y contrario a lo que muchos cristianos creen, satanás debió poseer a Judas para que él fuera a entregarlo.

Jesús es la representación física del amor del Padre. Con la cruz se expresaba el mayor acto de amor, llegando al punto en que Cristo pidió que no sea contado ese pecado. Cuando Jesús fue alzado en el Gólgota, se permitió que todos los que crean en Él, no se pierdan, más que tengan vida eterna. Sin importar las acciones que hicimos en el pasado y que haremos en el futuro, Su amor no cambia ni disminuye. Con la revelación de ese gran amor, ya no buscamos ganarlo, sino corresponderlo y agradecerle al vivir para Él.