Project Description

Gracia y favor de Dios en las dificultades

Pastor Francisco Barrios

Domingo 03-04-2022

 

 

Romanos 11:6: “Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.”

Dios nos ha dado gracia y favor de forma sobreabundante. Esta gracia y favor es algo que no nos ganamos por nuestras buenas acciones, sino que fue derramada sobre nuestra vida, por el amor que el Padre nos tiene. Pablo define que todo lo que nos esforcemos por lograr, es producto de las obras, pero aquello que se nos da de forma inmerecida, es producto de la gracia.

Hebreos 11:6: “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.”

Desde Génesis hasta Apocalipsis vemos la gracia de Dios sobre los hombres, y solo aquellos que tuvieron la fe necesaria, pudieron acceder a ese favor. La Iglesia experimenta una crisis de fe, porque el diablo ha intentado arruinar la imagen de Dios, haciendo creer a muchos que no pueden ser parte de la abundante gracia. La fe es realmente tener un buen concepto de Dios, pese a todo lo malo que pueda estar ocurriendo. Hebreos nos deja claro que, sin fe no podremos recibir el galardón del favor y la gracia.

Debemos dejar atrás la idea de que todos, a excepción nosotros, pueden recibir la gracia. Somos dignos del favor de Dios por lo que Jesús hizo en la Cruz, y solo tenemos que afianzar nuestra fe en un Dios bueno y misericordioso. La fe no tiene que ver con obras, sino en que tengamos la actitud de mantener una buena opinión de Dios en nuestro corazón.

Lucas 1:13-15,18-20: “Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan. Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento; porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre. Dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré esto? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada. Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y he sido enviado a hablarte, y darte estas buenas nuevas. Y ahora quedarás mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto se haga, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo.”

La mayoría de las historias de fe en la Biblia son un anuncio de buenas noticias. El ángel le daba grandes noticias a Zacarías, pero a él se le hizo difícil creerlas, y por su falta de fe quedó mudo. Dios permitió que el profeta quedara sin habla, porque sus palabras de incredulidad podían impedir su milagro. Zacarías recuperó el habla una vez que reconoció que la gracia de Dios es más grande que cualquier pecado, enfermedad o incredulidad.

Debemos hablar sobre la bondad de Dios y mantenernos en la idea, de que Él es bueno con nosotros. Puede que nuestra realidad nos muestre otra cosa, pero si afirmamos la imagen correcta de Dios en nuestro corazón, veremos como el Padre extiende diariamente su gracia y favor hacia nosotros. Mantengámonos hablando fe y dejemos en alto el concepto correcto de Dios.

Juan 1:26-30: “Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios.”

El saludo que le dio el ángel a María es para todos los que creemos en Jesús, todos somos muy favorecidos. Para Dios somos personas bendecidas y favorecidas, porque Él siempre está con nosotros. Cuando se nos presente una palabra de parte de Dios debemos tener expectativas, porque todo lo bueno viene del Padre. El temor significa que esperamos algo negativo, por eso el ángel insta a María a esperar algo maravilloso, debido a que tenemos gracia con Jehová.

La diferencia entre Zacarías y María es que, él cuestionó a Dios sobre si era posible hacer un milagro, pero en cambio, María preguntó sobre la manera en que Dios la usaría para traer ese milagro al mundo.

Cada vez que escuchemos la promesa de Dios, pongámonos a disposición de Él, para que haga en nosotros conforme a Su voluntad. ¡La llave para entrar a la gracia es creer en lo que Dios nos dice!