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La Gracia y el Propósito

Pastor Francisco Barrios

07 de Octubre de 2023

 

La Gracia y el Propósito trabajan en conjunto para el cumplimiento de los planes de Dios.

El propósito es aquello por lo cual algo fue creado, asimismo sucede con las personas.

“Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas” – Salmos 139:16 (RV 1960).

No es una casualidad que hayas nacido, pues eres parte del plan de Dios y su propósito, que es aquel que prevalece por encima de los sueños personales, porque el Señor es más importante que todo aquello que has planeado.

Hay una clara diferencia en lo que es el plan de Dios y los planes del ser humano, estos últimos pueden cumplirse como también no pueden llegar a ver la luz; sin embargo, lo que viene de Dios, en este caso su propósito, se cumple de manera obligatoria, y es el que trae consigo la felicidad eterna.

Si respiras y estás vivo es porque el propósito de Dios así lo soñó para ti y el propósito de Dios requiere tu presencia en esta tierra para hacer algo que Dios necesita que tú hagas, por eso estás vivo. Así que hay un propósito en cada uno de los que vivimos y cuando el propósito de Dios necesita a alguien la gracia va a colaborar con él, porque ese regalo inmerecido de parte del Señor no ve falla ni error en aquel que desea usar para cumplir Su plan.

Dios usa la gracia para hacer de aquel que no la merece en alguien digno de un propósito superior.

“Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios”, 1 Corintios 15:9 (RV 1960).

Ciertamente podrían haber muchas cosas que sucedieron en tu pasado y de las cuales para el mundo no merezcas ser portador de la gracia de Dios, pero precisamente por ese favor inmerecido desde el corazón del Padre, el Señor usa y levanta a personas para propósitos altos y dignos, entendiendo que no ha sido escogido por quien ha sido o es sino por quien es Dios en Su gracia y misericordia.

Hay que entender la forma de trabajar de Dios, porque Él es Dios de propósitos y Su propósito trabaja enlazado a la gracia para cumplir Sus planes sin poner condiciones o limites a la hora de escoger.

Nunca se deben poner las leyes y principios de Dios por encima de Su propósito, porque la visión legalista no da espacio para entender como opera la gracia del Señor, en cambio a Dios no le importa quebrantar sus propias leyes para usar a alguien y hacer de ella una persona revestida de Su poder con un propósito alto que cumplir en la vida.

A lo largo de las historias que hay en la Biblia se ve como Dios ha escogido personas que para el mundo no merecen ser portadores de propósitos del cielo pero que para Sus planes eran quienes lo llevarían a cabo.

Cuando Dios tiene un propósito vencerá cualquier cosa en ti, porque a pesar de las muchas excusas o mentiras sobre quién eres, Dios te mira través de la gracia porque cuando la gracia se une al propósito no hay impedimento para el Señor.

Y si ciertamente no se trata de quebrantar leyes y pactos, Dios ha roto lo que Él mismo ha establecido como ley por amor a cada uno de nosotros debido al propósito que ha depositado, así que Dios siempre estará actuando a favor de sus hijos.

Dios es experto en usar personas llenas de errores, defectos y debilidades, porque el propósito que ha puesto en cada uno de ellos prevalecerá sobre cada limitación acompañado de la gracia.

El mismo Jesús estando en la tierra solo fue el inicio del gran propósito de Dios con el mundo, porque lo que comenzó con el cuerpo físico de Cristo en la cruz ha permanecido en el cuerpo espiritual de la Iglesia, ya que Dios desea la salvación de todos y que aprendamos a amarnos unos a otros como Él mismo nos ama, y es una obra que aún está en construcción.

El legado de la Iglesia no es más que continuar la obra que Jesús realizó, que era dar a conocer las buenas nuevas de salvación, obra que se ha multiplicado en miles de seguidores de Cristo que a diario predican el Evangelio en todo lugar.

El cuerpo físico de Cristo fue transferido a usted que es el cuerpo de Cristo, somos su cuerpo, la plenitud de aquel que todo lo llena en todo, todo para la continuación del propósito de Dios. Es por ello que Dios no te ve con la misma percepción que tienes de ti mismo, sino que ve en ti a Jesús, quien será su instrumento para cumplir la voluntad del cielo.

Jesús no solo tomó nuestro lugar en la cruz, sino que se vistió de todos tus pecados para que por medio de su cuerpo pudiera haber justicia y salvación, por eso ahora como creyentes tenemos la oportunidad de cubrirnos de Cristo y así seamos un poderoso instrumento en las manos de Dios

“Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo” – Juan 14:13 (RV 1960).

No te quedes en el lugar en el que Dios te ha dado de Su poder, porque cuando Dios comienza algo y cae su poder, Dios inicia es un movimiento hacia su propósito hasta cumplirlo y hacerlo de manera continua.

Habrá momentos en los que la misma persecución será dirección de Dios para alinearte a su propósito, para que, en medio del dolor y el proceso, Dios haga algo realmente maravilloso y pueda crecer la verdadera fe y la verdadera adoración.

No deseches lo que puede parecer un instrumento del enemigo, porque Dios obra por sendas misteriosas de acuerdo al plan que tiene con cada persona.
Dios tiene una manera de movernos y no lo podemos entender, para darnos dirección y ordenar nuestros pasos para cumplir su plan.

No mantengas la idea o el concepto de que todas las veces que sembraste algo lo cosecharás, porque habrá oportunidades en las que sembrarás, pero otro después de ti la recogerá, Dios muchas veces te llamará solamente a sembrar y aunque otro coseche, Su palabra no pasa vacía porque es una semilla poderosa que germinará al tiempo en el que Dios lo disponga.

Cuando Dios llama a alguien, también llama a la gracia, por ello el propósito colaboró con la gracia para usar personas sencillas, tal vez sin reputación, pero en las que estaba un propósito para revolucionar todo a su paso.

No des espacio para la frustración y la decepción cuando algo por lo que has trabajado y sembrado no da su fruto, ya que a su tiempo Dios hará germinar la semilla que plantaste.

Cuando entiendes tu propósito, sabes las cosas maravillosas que Dios puede hacer a través de ti.

“Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?” – Marcos 4:38 (RV 1960).

A Jesús no le despierta una tormenta o el ruido de los grandes truenos, le despierta el amor que siente por ti cuando estás preocupado, cuando no puedes dormir, cuando estás cargado, cuando estás asustado, cuando clamas a Él porque Jesús te ama.

Clama a Jesús y Él se encargará de todo lo que te aqueja, porque habrá situaciones en las que la única salida será clamar a Cristo por una verdadera solución.

“Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” – Jeremías 33:3 (RV 1960).

Cuando Dios tiene un propósito la gracia va a colaborar con ese propósito para usar a gente que tú piensas que no pueden ser usados por Dios para un propósito.

“y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es” – 1 Corintios 1:28 (RV 1960).

Mientras tengas vida y respires es importante que sepas que hay un propósito de Dios para tu vida para el cual Dios requiere tu presencia, porque no eres una casualidad sino el sueño de Dios y parte de Su plan.