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La Iglesia que ora en fuego

Pastor Javier Bertucci

17-10-2021

La Iglesia no comenzó en un seminario de matrimonio o finanzas, la Iglesia empezó orando, por eso ella es un ente espiritual. La Iglesia puede hacer cosas que otras organizaciones no pueden, abrir los cielos, cerrar el infierno y salvar las almas de los perdidos, ninguna otra organización de carácter religioso puede hacer esto. Podemos pensar por las dos mil religiones que se desprende del cristianismo que somos llamados a ser religiosos, y al contrario, el llamado de Dios a nosotros es a ser entes netamente espirituales.

Cuando decidimos ser espirituales y no religiosos nos apartamos de las ceremonias, dogmas o reglas; esto no quiere decir que no las tengamos, si no que estas no dirigen nuestro caminar, ni mucho menos dejamos que limiten nuestra relación con Dios. La oración es la herramienta más poderosa que tiene la Iglesia para cambiar al mundo, cuando pedimos que se venga el Reino de Dios a la tierra abrimos la oportunidad de que Dios cambie la tierra y al que ora, moviendo todo a la voluntad de Jesús.

Entonces, si la oración es de mayor agente de cambio podemos decir que, los fracasos en nuestra vida son causados por la falta de oración, ya que no la vemos como algo verdaderamente importante. Mientras dejemos la oración de lado nunca avanzaremos en nuestra vida personal. Dios es un buen Padre, Él por medio de la oración está pendiente de nosotros, nos aconseja, nos responde y nos forma, pero si nunca conversamos con Él jamás sabremos la dirección que debemos tomar.

No podemos pretender que construiremos nuestro futuro basado en los errores, el futuro se construye basándose en la dirección del Espíritu Santo, esto no asegura que no cometamos errores, en momentos dados podemos dejar de percibir la voz de Dios y equivocarnos, sin embargo, mientras nos mantengamos orando podremos disminuir nuestros errores y le daremos forma al futuro. La Biblia establece que los hijos de Dios son guiados por el Espíritu Santo, es decir que ese es nuestro derecho, pero para acceder a él debemos incluir a Dios en nuestro futuro.

Hebreo 11:6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

Son nuestras convicciones de que Dios es real las que nos impulsan a orar diariamente, y es porque vivimos experiencias con Dios que sabemos que Él es real y ningún argumento que diga lo contrario puede sacarnos de nuestra posición. Una persona que ora no puede permitir que las diferencias entre él y su hermano le estorben para unirse en oración por algo, la Iglesia que ora busca reconciliar las diferencias para ser un mismo cuerpo.

La Iglesia debe ser un depósito de amor que pueda recibir a cualquier persona que venga a ella, para eso se tiene que dejar la religión de lado porque la religión divide, pero el amor reconcilia. Cuando oramos somos transformados, nos acercamos más a Dios y somos llenos de tolerancia. Al vivir en una relación espontanea con Dios no podemos alegrarnos o regodearnos del pecado de los demás, comprendemos que ellos, al igual que nosotros, necesitan la ayuda del Espíritu Santo.

Solo un corazón humillado puede acercarte a Dios, debemos reconocer lo vulnerable que somos y lo necesitados que estamos de estabilidad, pero solo Dios puede proveer esa estabilidad por medio de la intimidad con Él. No depende del tiempo que pasemos orando, sino la intención con la que oremos, debemos buscarlo en nuestro peores y mejores momentos porque solo Dios puede impulsarnos y levantarnos por medio de la oración.