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La importancia de creer bien

Pastor Francisco Barrios

Domingo 09-10-2022

 

El problema del legalismo es que nos lleva a creer de forma errónea. Nuestros pensamientos controlan nuestras emociones y acciones, estos a su vez son alimentados por las creencias que mantengamos. Si sostenemos creencias de dolor y condenación estamos excluyéndonos de forma voluntaria de la Gracia, en donde todo se nos ha perdonado. En Jesús hemos sido constituidos como nueva criatura y el pasado ha quedado atrás, por lo tanto, no debemos vivir condenándonos por antiguos fracasos o aceptar alguna enfermedad como si fuera una condena.

2 Corintios 5:17: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”

Juan 3:16-21: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.”

Juan 8:32: “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.”

El deseo de Satanás es afectar nuestra fe con malas enseñanzas, para llevarnos a pensar y actuar de forma negativa; logrando así atarnos a una vida de enfermedad y escases. Nuestras acciones no nos condenan, si no las malas creencias que impulsan esas acciones. En Juan 8 Jesús afirma que al conocer la verdad seremos libres. Esta verdad es el Pacto de Gracia, que al caminar en el podremos soltar toda carga y enfocar correctamente nuestra fe, para así vivir en victoria.

En Dios no tenemos que cumplir con requerimientos para obtener la salvación, su evangelio nos enseña que solamente debemos creer que por su sacrificio somos salvos. Aquellos que añaden requisitos al evangelio o predican acciones son personas que no han conocido la gracia y buscan sembrar malas creencias en los creyentes. Esta mala siembra solo genera en la iglesia vidas escasas, afligidas y una fe débil.

Romanos 16:25-27: “Y al que puede confirmaros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos, pero que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe, al único y sabio Dios, sea gloria mediante Jesucristo para siempre. Amén.”

A Dios le interesa nuestro corazón, no nuestras acciones. La gracia nos iguala, no importa si llegamos a la fe en la adultez o si nacimos en hogares cristianos, para Dios lo importante es que lo reconozcamos como su salvador. El evangelio se ha dado a todos, sin distinción de raza, clase, educación o pasado, porque Jesús nos ha amado con igualdad.

Debemos predicar la igualdad de la fe y como el evangelio representa liberación de cargas pasadas. Creamos lo que Dios dice, sus promesas y bendiciones para con nosotros. Evaluemos si tenemos creencias incorrectas, si no nos hemos permitido vivir correctamente en la gracia y rompamos con toda atadura del pasado. Solo así lograremos experimentar la vida abundante que Dios ha preparado para nosotros.