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Líderes Martín Suárez y Oswaldo Montilla

La necesidad de orar siempre

Martes 04-05-2021

La oración debe ser constante en nuestra vida y convertirse en una necesidad, así como lo es tomar agua o alimentarnos, no debe ser un recurso que solo usemos cuando estemos atravesando situaciones difíciles, ella no es un accesorio que puede usarse una y otro día no. Si como creyentes no practicamos la oración, nuestra vida espiritual dejará de nutrirse y ser efectiva.

Juan 11:41: “Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído”.

Dios conoce nuestras necesidades y siempre está atento a nuestra oración, pero debemos ir a Él y hablarle, esto muestra la confianza que tenemos en nuestro Padre.

Líder Oswaldo Montilla

Jesús dijo: “Oren siempre y no desmayen”, es por ello que la oración no debe ser algo que hagamos solo en el tiempo de problemas, sino que debe ser constante. Esta práctica fortalecerá la confianza en el Dios que nos oye, en Jesús quien intercede por nosotros y en el Espíritu Santo que nos ayuda constantemente.

1 Tesalonicenses 5:17-18: “Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”.

Es importante ser agradecidos en nuestras oraciones, aunque tal vez no hallamos recibido lo que deseamos, el hecho de mostrar gratitud en nuestra oración genera confianza. La paciencia y la gratitud nos permiten mantenernos en las promesas, y solo así alcanzamos las bendiciones que Dios nos puede dar en medio de los tiempos difíciles que vivimos.

Líder Martín Suárez

Abraham es un ejemplo de paciencia, pues él esperó por 25 años que su hijo llegara, y dice la Biblia que se mantenía dándole gloria a Dios y reconociendo su grandeza (Hebreos 6:15).

Líder Oswaldo Montilla

Filipenses 4: 6-7: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.

Si mantenemos la paciencia, llegará a nosotros la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, la cual guardará nuestro corazón de la ansiedad, porque no en todos los casos tendremos respuestas inmediatas, pero al obtener la paz, podremos persistir en medio de la tormenta.

Hoy tenemos muchas necesidades, pero la sanidad es una de las principales, y Jesús desea sanarnos, pero debemos disponer nuestro corazón en un clamor, porque Él puede sanarnos, hacer milagros y está dispuesto a darnos el nuestro, pero debemos mantener nuestra fe y paz.

Líder Martín Suárez

1 Juan 5:14: “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho”.

Pedir sanidad es algo que está acorde a la voluntad de Dios, porque Él es nuestro sanador. No debemos llegar a pensar que Dios no quiere cuidarnos, sanarnos o ayudarnos, porque la efectividad de esa oración depende de la confianza y la fe que le pongamos a nuestro clamor.

Marcos 11:24: “Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá”.

Cuando logramos la confianza de saber que Dios quiere y puede ayudarnos, sabemos entonces que ese milagro ya está hecho, incluso cuando todavía no se ha manifestado la respuesta, porque ya nuestro corazón sabe que Dios nos dio la victoria.

Jeremías 29:12: “Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré”.

Cuando la Palabra se refiere a escuchar, es el compromiso que tiene Dios con responder nuestra oración, pero debemos creer que recibiremos lo que hemos pedido.

Líder Oswaldo Montilla

1 Tesalonicenses 5:18: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”.

La fe provocará en nosotros confianza, y ella guardará nuestro corazón, pero debemos practicar diariamente la fe, siempre con un corazón y una actitud de agradecimiento. La gratitud abre puertas y es una de las claves para recibir nuestro milagro.