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La oración de los que lloran por un país

Pastor Francisco Barrios

Martes 02-03-2021

 

Nehemías 1:1-4: “Palabras de Nehemías hijo de Hacalías. Aconteció en el mes de Quisleu, en el año veinte, estando yo en Susa, capital del reino, que vino Hanani, uno de mis hermanos, con algunos varones de Judá, y les pregunté por los judíos que habían escapado, que habían quedado de la cautividad, y por Jerusalén. Y me dijeron: El remanente, los que quedaron de la cautividad, allí en la provincia, están en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas a fuego. Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos”.

Dios tiene que despertar y levantar el espíritu de Nehemías en la Iglesia, el cual nos llevará a orar no solamente por nosotros, sino también por nuestro prójimo y por nuestro país. Hay personas en las que Dios ha colocado una carga por su país, y son incomprendidos y juzgados, y Nehemías era uno de esos que sentía preocupación por su nación, porque el Padre siempre tiene hombres reservados para ese propósito, pero cuando en nuestros labios solo hay crítica hacia nuestro país, es porque hay un vacío de amor, porque cuando lo amamos, empezamos a trabajar y orar por él, y a iniciar un proceso de reedificación, que también levantará enemigos.

Nehemías 2:19-20: “Pero cuando lo oyeron Sanbalat horonita, Tobías el siervo amonita, y Gesem el árabe, hicieron escarnio de nosotros, y nos despreciaron, diciendo: ¿Qué es esto que hacéis vosotros? ¿Os rebeláis contra el rey? Y en respuesta les dije: El Dios de los cielos, él nos prosperará, y nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos, porque vosotros no tenéis parte ni derecho ni memoria en Jerusalén”.

Dios va a reconstruir nuestra nación, va a restaurar la economía, y nos va a sanar de cualquier enfermedad, Él nos va a prosperar, aunque se levanten los Sanbalat, los Tobías y los Gesem a criticar.

Hubo hombres en la Biblia con carga por su país, entre ellos está Abraham, al cual Dios le dijo que destruiría a Sodoma y Gomorra, porque su nivel de pecado había subido a Su presencia (Génesis 18:20), ante esto, Abraham se paró delante de Dios a pedirle que no destruyera aquel país, aunque lo merecían, dice: “Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él? Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo? Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos” (Génesis 18:24-26).

En Venezuela hay más de cincuenta personas que se pueden levantar a clamar a Dios para que no venga destrucción a este país, que mientras otros critican y atacan, ellos le piden a Dios que detenga el juicio; mientras unos toman las piedras del juicio y odiar, ellos deciden amar; mientras unos tratan de destruir, ellos deciden edificar; y mientras unos lanzan rencor, ellos perdonan, esa es la gente que Dios va a usar en esta nueva temporada para hacer reedificadores de un país, aquellos que oran con lágrimas por una nación.

Nuestro país está herido, golpeado y postrado en cama, no puede ir solo a los pies de Jesús, requiere que lo carguemos en los hombros de la oración y lo llevemos ante el único que puede restaurarlo y salvarlo, Jesús. Todos tenemos problemas y peticiones personales, pero no olvidemos nunca a nuestra nación, porque si nosotros estamos bien, pero nuestra nación no lo está, eventualmente estaremos mal, porque vivimos en esta tierra, y lo que suceda aquí, nos afectará a nosotros, así que incluyamos a Venezuela en todas nuestras peticiones, porque la Iglesia que ora con lágrimas y con pasión por un país, Dios la va a levantar para reedificar sus muros caídos.