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Liberados por su amor

Pastor Francisco Barrios

03 de Octubre de 2023.

 

“y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” – Juan 8:32 (RV 1960).

Una de las estrategias de Satanás para que el creyente no pueda comprender o distinguir la palabra de Dios con claridad es a través del velo de la religiosidad, el cual solo puede ser quitado por Jesús cuando existe verdadera libertad y ya no se es engañado.

“Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará. Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad” – 2 Corintios 3:16-17 (RV 1960).

La Iglesia desde un tiempo hasta la actualidad ha estado teniendo este tipo de dificultades espirituales, lo que ha dado paso a la inmoralidad en los creyentes y la destrucción de los matrimonios.

Predicar moralidad no trae moralidad, el Evangelio de Jesús es el que produce verdadera moralidad, y lo mismo ocurre con la santidad y la consagración.

“Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado” – Juan 3:14 (RV 1960).

Cuidado con el pecado sin consecuencia, porque es un plan de satanás para producir muerte sin síntomas de ello, como una enfermedad asintomática. Pero Dios, en su misericordia, no a forma de castigo, puede mostrarles a las personas lo que duele el pecado y cuales son sus consecuencias, a fin de que puedan arrepentirse de ello y buscar la salvación en Cristo.

“Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel” – Números 21:6 (RV 1960).

Dios no sacará a las personas del ambiente de pecado o del pecado mismo, sino que aun sobre el dolor que produce el veneno del pecado, el Señor les dará poder a través de Jesús, quien es el antídoto para ese padecimiento.

No es la santidad ni la consagración el antídoto del pecado, sino Jesús en sí mismo, ya que las enfermedades, el pecado y el castigo que merecía la humanidad Él ya lo llevó. Cristo tomó el lugar que te pertenecía a ti, para que ahora tú puedas tener su lugar como hijo de Dios.

En la actualidad, la inmoralidad ha calado de una manera sorprendente en todo lugar a través de la pornografía y la sexualización que contiene todo lo que hoy se exhibe, comprendido desde publicidad hasta producciones de entretenimiento. Esta herramienta del enemigo ha hecho que muchos jóvenes en edades tempranas tengan adicciones como ésta, por eso es necesario que aun en las iglesias este tipo de temas sean expuestos para evitar el daño en las mentes de las personas.

Los lideres de las iglesias enfocarse en atender a su congregación y no perder el tiempo en discusiones o debates que no ayudan al cuidado de las mentes y los corazones.

La pornografía desvirtúa la relación física de un hombre y una mujer, destruye matrimonios y la percepción de lo que es una unión verdadera como Dios la diseñó, mostrando que una relación solo debe ser física sin amor y haciendo que los cónyuges pierdan el respeto por el otro cuando claramente Dios establece en Su palabra el amor como el vínculo perfecto.

“Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor” – 1 Corintios 13:13 (RV 1960).

Ese es el plan del enemigo, apartar y excluir el amor de los seres humanos, sabiendo que esa es la fuente de la vida de todas las personas.

Los jóvenes, son el grupo más afectado por la adicción a la pornografía, y todo empieza por la falta de control parental debido al uso indebido de la tecnología y sin un limite establecido de acuerdo a la edad de quienes posean estos dispositivos, a través de la cual dicha herramienta de satanás tiene una amplia difusión.

El llamado no solamente a los padres sino también a los lideres de las iglesias es a tomar conciencia sobre el contenido que están consumiendo, porque la misma pornografía ha estado destruyendo todo lo que incluya el amor sincero y genuino, por eso existen los fracasos matrimoniales.

Cuando hay una educación adecuada y una atención con formación importante desde casa, no hay manera en que la oscuridad pueda venir sobre las generaciones jóvenes, porque la luz de la verdad que es la luz de Cristo ya resplandece en ellos.

Hoy en día la pornografía produce un cambio tan drástico en la personalidad de los jóvenes, que llegan a no reconocerse debido a la atadura que trae consigo ese mal, todo por causa de los algoritmos que presenta la tecnología, siendo este un anzuelo que también atrae a adultos y que se convierte en una cautividad para quien lo vive y quiere dejarlo, pero no sabe cómo.

Esa herramienta de Satanás se maneja por eslabones y construye minuciosamente el plan para destruir la percepción de la sexualidad sana en las personas, y con cada nivel en el que la persona consume pornografía para satisfacer su adicción, las ataduras van creciendo sin control hasta dominarle completamente.

Hacer públicas las maquinaciones del enemigo pueden traer vergüenza a quienes padecen este tipo de adicciones, pero es una muestra de amor de Dios para que la enfermedad asintomática que existe pueda ser contrarrestada con el antídoto de amor que provee Jesús.

Es necesario que Jesús como hijo de Dios sea levantado por encima de todo lo que existe, ya que solo a través de Él se puede vencer al pecado y a las maquinaciones del enemigo; Cristo, con toda su autoridad se coloca al mismo nivel del pecado de una persona, no para señalarle ni para juzgarle o para excluirle sino para ser tan cercano que puedan sentir Su amor y traer liberación a las vidas de quienes están cautivos.

“Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más” – Juan 8:11 (RV 1960).

Solo el amor de Jesús trae libertad a la vida de alguien, por eso Jesús convierte lo que hoy te avergüenza en un símbolo de restauración y gloria, como la cruz como una figura donde morían aquellos que eran malditos y ahora es un símbolo de salvación y vida por causa del sacrificio de Cristo.

El amor de Dios transforma la vergüenza en gloria, no dudes de Su amor manifestado en tu vida.

“Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme” – Mateo 8:2 (RV 1960).

El amor es la fuerza más poderosa para romper cadenas, ataduras, vicios y pecados el amor del padre expresado en Jesús en la cruz del Calvario, la misma identidad que existe en Cristo es capaz y suficiente para vencer a los gigantes que representan las adicciones porque ninguna de ellas hará que Dios te ame menos.

Establécete en la identidad que tienes en Dios como su hijo amado y eso te dará la fuerza para derribar y vencer gigantes.