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Mantén tu conexión con Dios
Pastor Javier Bertucci
“Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra” – 1 Reyes 17:1 (RV1960).
Una verdadera conexión con Dios es la que permanece fuera de las paredes de un templo y es constante con el ser interior a través de la oración, porque Dios vive en nuestro corazón.
Atrévete a convertir tu cuerpo en el hogar del Espíritu Santo y hacer permanente una relación con Dios, porque solo un momento allí puede provocar grandes cambios.
No aprenderás a orar si no intentas hacerlo, la vida de oración comienza con la disposición de desarrollar y pasar tiempo con el Señor.
No te desconectes de Dios por creer que Su presencia solo vive dentro de una iglesia, porque Él ha prometido estar todos los días con nosotros, Él es fiel.
Procura aprender de Dios antes de querer aprender de un líder o un hombre de Dios, cuando busques cada día intensamente Su presencia, y nunca compares tu relación con el Señor con la de otros.
Cuando mantienes una conexión con Dios, tus palabras tienen un peso especial, porque cuando es permanente la búsqueda de Su presencia te permite agradar al Señor en todo momento y sin importar las circunstancias.
Ser cristiano es ser una persona que cumple con lo que Dios te llama a hacer.
Muchas veces tu conexión con Dios provocará que milagros acontezcan a otros, has sido bendecido con el Espíritu Santo para bendecir a otros.
La falta de comunión con Dios te convence de que deber seguir ciertas ceremonias o pasos para poder hacer lo que el Señor dijo que hicieras.
“Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” – Juan 15:4-5 (RV1960).
Permanezcamos conectados a la Vid, que es Jesús, nada puedes hacer apartado de Él, tal conexión garantiza la efectividad de una persona y el desarrollo de los frutos; en cambio, cuando te desconectas y sucede algo malo, comienza la búsqueda de culpables de tus mismos errores.
Cuando tus ojos están en Dios, puedes reconocer ante Su presencia tus faltas y errores, para poder mejorar y crecer.
Nada de lo que hagas puede sustituir una conexión con Dios, tu éxito depende de tu conexión con el Señor y cuanto le permitas estar en tu vida.
¿Si Dios vive en ti, porque no hablas con Él? Tu indiferencia hacia el Señor provoca dolor en Su corazón.
Una conexión con Dios no debe estar motivada por lo que vayas a hacer para Él, es porque entiendes que Él te amó primero y tú no puedes vivir sin Él.
Tu conexión con Dios está basada en una relación que constantemente muestra fidelidad y amor desde el amanecer y el anochecer, olvídate del tiempo y ve a disfrutar de Su presencia.
Aunque puedas ignorarle y puedas creer que podrías vivir sin Él, Dios siempre estará dispuesto a mostrar Su amor incondicional y a ayudarte, ¿Cómo podríamos ignorar a un Dios que nos ama de tal manera?
La bondad de Dios se muestra en mi vida con Su fidelidad.
“Y ya no estoy en el mundo; mas estos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros” – Juan 17:11 (RV1960).
Tener revelación de Jesús te hace sentir especial y fuera de orden con lo que te rodea.
“Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres” – Mateo 16:22-23 (RV1960).
Que las cosas de la tierra nunca aparten tu mirada de lo que viene del cielo.
“Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios” – Colosenses 3:1-3 (RV1960).
Quien tiene su mirada en el cielo será guardado, bendecido, prosperado, ayudado y fortalecido en Dios, porque donde está tu prioridad y atención allí está tu conexión.
Procura ser prudente en medio de este mundo lleno de maldad, una cualidad que Jesús nos llamó a desarrollar.
Conéctate a la fuente que es Dios, y serás dirigido a toda verdad por medio de la dirección del Espíritu Santo.
El plan del diablo es desvestir a la iglesia de la armadura de Dios, pero la visión del pueblo de Dios siempre debe estar arriba, en el cielo, a donde realmente pertenecen los hijos del Padre.
Mientras más busques de Dios, más enfocado estarás en tu llamado.
Tu opinión y decisión sobre la cotidianidad proviene de la fuente a la que estés conectado, porque la desviación de Dios hace que lo que no es normal y correcto sea agradable a nuestros ojos.
Prepárate no para una vida en la Tierra, sino para una eternidad en el cielo.
No permitas que los temas difíciles en el mundo te hagan esconder tu fe, mantente firme defendiendo lo que Dios ha establecido, porque Él te respalda y te guarda.
Cuando un pueblo se desconecta de Dios, eligen lo malo y lo desviado, porque cuando te desconectas de Dios se toman las peores decisiones.
Y aunque no siempre te aplaudan las decisiones que provienen de Dios, siempre serán las correctas, porque no deben ser ni evaluadas ni aprobadas por el mundo, sino dirigidos por Dios.
Ocúpate de mantener una conexión estable y Dios te asegura días mejores para tu vida, nada podemos hacer sin Él, porque Él es nuestro todo.