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No huyas al llamado
Pastor Javier Bertucci, domingo 19 de mayo de 2024
“Me sedujiste, oh Jehová, y fui seducido; más fuerte fuiste que yo, y me venciste; cada día he sido escarnecido, cada cual se burla de mí. Porque cuantas veces hablo, doy voces, grito: Violencia y destrucción; porque la palabra de Jehová me ha sido para afrenta y escarnio cada día. Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude” – Jeremías 20:7-9 (RV1960) .
“Me has seducido, Yavé, y me dejé seducir por ti. Me tomaste a la fuerza y saliste ganando. Todo el día soy el blanco de sus burlas, toda la gente se ríe de mí. Pues me pongo a hablar, y son amenazas, no les anuncio más que violencias y saqueos. La palabra de Yavé me acarrea cada día humillaciones e insultos. Por eso, decidí no recordar más a Yavé, ni hablar más en su nombre, pero sentía en mí algo así como un fuego ardiente aprisionado en mis huesos, y aunque yo trataba de apagarlo, no podía” – Jeremías 20:7-9 (Versión Latinoamericana).
El llamado que Dios le hace una persona es mas grande que tener una familia, una empresa o alcanzar un buen empleo.
Nada en este mundo puede comprarse con el llamado que Dios te hace, porque lo eterno es mucho más importante que lo natural que es pasajero.
Atender el llamado te garantiza el éxito y la plenitud en tu vida, y en cada una de las áreas de tu vida, el llamado hace un respaldo, porque es un compromiso entre Dios y tú.
Todos los llamados son diferentes, no podemos comparar unos con otros.
“Yo oía a mis adversarios que decían contra mí: ‘¿Cuándo, por fin, lo denunciarán?’ Ahora me observan los que antes me saludaban, esperando que yo tropiece para desquitarse de mí” – Jeremías 20:10 (RV1960).
El llamado es la columna vertebral de tu vida, porque garantiza la permanencia y estabilidad que inicias a través de él.
Quienes desarrollan su llamado son agentes importantes del cielo y enemigos de importancia para el infierno, y está el cielo a tu alrededor mientras realizas la voluntad de Dios.
No es la gente, es Dios quien te hizo el llamado, y Su opinión es la única que te debe importar.
Los mensajes que transmite el llamado no deben estar condicionados a nuestra situación o lo que la gente quiere escuchar.
Los que tienen llamado lo mantienen, aunque no lo quieran desarrollar, porque es irrevocable y estará en ti toda la vida.
“Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios” – Romanos 11:29 (RV1960).
Dios brega con quienes les dio un llamado, jamás se lo quita o se arrepiente de ello, y aunque tardares, cumplirás con lo que Dios te llamó a hacer.
“Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo” – Gálatas 1:10 (RV1960).
No dejes de lado el llamado de Dios por encontrar o lograr tus deseos personales, si hallas deleite en lo que Dios te llamó a hacer, el Señor cumplirá los anhelos de tu corazón.
Ni la maldad del mundo podrá hacerte frente cuando estas determinado a hacer la voluntad de Dios, por eso, el Señor busca a quienes sean osados y valientes sin importar el qué dirán.
“Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos” – Mateo 16:15-19 (RV1960).
Procura madurar espiritualmente y te serán dadas las promesas de Dios para aquellos en los que la revelación del Padre ha dado fruto.
“tanto que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos” – Hechos 5:15 (RV1960).
“Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos” – Mateo 10:33 (RV1960).
Aunque huyas del llamado, Jesús te buscará, te restaurará y con amor te levantará.
“Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová. Pero Jehová hizo levantar un gran viento en el mar, y hubo en el mar una tempestad tan grande que se pensó que se partiría la nave. Y los marineros tuvieron miedo, y cada uno clamaba a su dios; y echaron al mar los enseres que había en la nave, para descargarla de ellos. Pero Jonás había bajado al interior de la nave, y se había echado a dormir” – Jonás 1:3-5 (RV1960).
En el peor momento de tu llamado, y dándole la espalda a éste, ese momento será de bendición para otros porque el llamado es irrevocable.
Y muchas veces la turbulencia en medio del llamado no es para mal, sino para ser mejor de lo que ya era y reafirmar que ese llamado es una vida.
“Pero Jehová tenía preparado un gran pez que tragase a Jonás; y estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches” – Jonás 1:17 (RV1960)
El enfrentar tu llamado hace que otros alcancen la bendición de Dios y asi, puedan acceder a la salvación.
Aprende a ser agradecido con Dios en todo tiempo, en lo bueno y también en lo malo.
“Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra” – 1 Reyes 17:1 (RV1960).
El ímpetu con el que se ejerce un llamado procura y trae cambios en un lugar, teniendo fe en lo que Dios puede hacer y no dándole importancia a lo que dirán los demás.
Debes mantener siempre presente que como seres humanos no estamos exentos de sufrir o sentir, dándonos a entender que lo que Dios haga por medio de dones y talentos no es por causa de la persona en sí, sino por el poder del Señor.
“Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Aún se comprarán casas, heredades y viñas en esta tierra” – Jeremías 32:15 (RV1960).
Dios no te va rechazar, ni te va a descartar, sino que te buscará, te encontrará, te restaurará, y hará contigo grandes señales. El Señor te hará entender que, aunque hayas renunciado a tu llamado, Su amor por ti nunca se apartará y seguirá manifestándose en tu vida.
Aunque haya pasado el tiempo, Dios hará contigo lo que Él dijo que haría.
Dios mismo se hará presente para consolarte en medio de tus tiempos difíciles, y con amor, cuando te enfrentes al llamado que has rechazado, ese mismo te hará digno.
Atrévete a desarrollar tu llamado, y no hallarás un lugar más seguro y sentimiento más sublime que agradar a Dios.