Project Description

Pidiendo al Padre con eficacia

(Martes 02-06-2020)
Pastor Yobany Blanco

Mateo 6:5-8: “Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser visto de los hombres; de cierto digo que ya tienen su recompensa. Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por sus palabreríos serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.”

Después de este tiempo de confinamiento vamos a observar la realidad de los que han orado con eficacia y han tenido comunión e intimidad con el Padre, miraremos cuando vengan las recompensas de parte del Cielo, porque una cosa es lo que podamos lograr con nuestra fuerza y habilidad, y otra cuando Dios envía su recompensa porque hemos logrado realizar una oración correcta. Hay muchos que oran, pero es una oración más para que los hombres le miren y para solo decir que han orado. La pregunta para hoy es, ¿nuestra oración está siendo realmente dirigida a la persona que puede respondernos y traernos toda la bendición acerca de lo que estamos pidiendo? el único que puede hacer eso es nuestro Padre que está en los cielos. Jesús aclaró que hay una forma eficaz de orar, pero tiene que ver con las intenciones del corazón, y con la motivación de buscar a Dios como nuestro Padre que nos ama.

A lo primero que Dios nos está instando en este tiempo es a que aprovechemos los momentos que hemos tenido de privacidad para tener una relación más cercana con Él. Los que oran no ven a un Dios lejano que simplemente está mirando la humanidad padecer, sino a un Padre que puede responder.

Mucha gente se pregunta: ¿dónde está Dios y por qué no me responde?, pero el problema está en que no se están relacionado de forma correcta con el Padre en oración, debemos estar en el secreto con Dios y poner nuestras cargas en Él para que pueda traernos paz, consuelo y dirección. Dios sabe de qué tenemos necesidad y quiere respondernos, pero muchas veces solo nos enfocamos en lo material y externo, y ¿quién de nosotros no tiene peticiones en medio de esta circunstancia?, pero debemos pedir de la manera correcta para poder obtener respuesta, pues, de lo contrario no tendremos recompensa, la Biblia habla claramente: “Pedís, pero pedís mal, porque pides para tus propios deleites” (Santiago 4:3); muchas veces pedimos con egoísmo, sin tener una relación con Dios, pero cuando viene el problema, tenemos un interés de recibir respuesta de Él, pero de esa forma no va a funcionar nuestra oración, porque ella debe ser en intimidad y comunión para que pueda ser oída y respondida.

Mateo 7:7-8: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallareis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.”

En este tiempo que estamos viviendo en casa estamos labrando nuestro futuro, lo que hoy oremos puede significar el lugar en el que vamos a estar mañana; hay mucha gente que no está ni pidiendo ni buscando ni llamando hoy, y como consecuencia van a empezar a buscar mañana, pero ya será tarde, así que aprovechemos el tiempo hoy y busquemos a Dios de forma correcta, de modo que cuando se abran las puertas vayamos directo a heredar y conquistar lo que buscamos en este tiempo de oración, si no lo hemos hecho ¡aprovechemos que aún estamos a tiempo! ¡Busquemos a Dios de manera correcta!

Mateo 7:9-12: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dadivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esta es la ley y los profetas.”

La oración eficaz tiene que ver con pensar que hay un Padre que quiere darnos todas las cosas, que tiene la capacidad de suplirnos todo lo que le pidamos en abundancia, y de respondernos de manera inmediata en el momento que le buscamos y nos comunicamos con Él. Las cosas que Dios nos da son buenas, cosas que ojo no vio ni que oído oyó ni han subido a corazón de hombre son las que Dios ha preparado para los que le aman (1 Corintios 2:9), esto nos debe impulsar a buscar a nuestro Padre, a estar en el secreto, porque sabemos que no hay límites en lo que Él nos puede dar si le buscamos.

Marcos 11:22-24: “Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino que creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidieres orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.”

En primer lugar Jesús está diciendo: “si vas a pedir usa la fe de Dios”, es decir, debemos creer que ella está en nosotros para de esta manera hablarle al monte y decirle a la montaña de problemas que se quite en el nombre de Jesús, sin dudar en nuestro corazón, pues lo que creamos, digamos, oremos y declaremos, nos será hecho; no vamos a llegar más lejos de lo que oremos y pidamos bien, y de lo que busquemos con la fe. En el Cielo y en el mundo espiritual ya está hecho lo que hemos pedido y ya nos ha sido dado; ahora bien, si queremos pasar lo que está en el mundo espiritual al material tenemos que orar creyendo que ya lo tenemos, y empezar a tener una acción de gracias acerca de lo que estamos pidiendo.

Juan 14:12-14: “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.”

Si oramos de forma correcta y en el nombre de Jesús, todo lo que Jesús conquistó y aún cosas mayores también nosotros podremos conquistar, porque no hay límites en la oración; dice la Palabra de Dios que si pedimos algo en el nombre de Jesús, Él lo hará. La principal causa por la que nuestras peticiones en oración no son respondidas, es por la falta de amor en nuestro corazón.

Juan 15:7-10: “Si permanecéis en mí, y mis palabra permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. Como el Padre me ha amado, así yo también os he amado; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.”

Si queremos que nuestras oraciones sean oídas debemos: permanecer conectados a Dios y a su Palabra, así como también amarnos los unos a los otros, y en primer lugar a Dios con todo nuestro corazón, mente y fuerzas; no hemos aprendido todavía a amar a nuestro prójimo, recordemos que el amor es la fuerza más poderosa de la humanidad. Muchas veces no recibimos lo que pedimos, y es porque la motivación de nuestros corazones no es la correcta, nuestra motivación al orar debe ser nuestro amor por Dios y por nuestro prójimo. Un árbol cuando es frondoso y da fruto no es para sí mismo, sino para quienes están a su alrededor; nosotros somos las ramas que dan fruto de ese árbol, y Jesús quiere que todos coman de ese fruto que damos, y el principal fruto que habla la Biblia es el del amor. Solamente aquellos que no se dejan tocar por el odio y la contienda, por el espíritu de venganza, envidia y celos, son los que pueden mover el Cielo a favor de la Tierra.

Debemos amar y bendecir a nuestros hermanos, nuestro adversario no es la Iglesia ni nuestros hermanos, es el diablo al cual le vencemos con la Palabra y la Sangre del Nuevo Pacto. Estamos buscando culpables de las cosas que pasan en el mundo, pero si todos nos uniéramos en un mismo sentir, buscáramos el amor de Dios y lo pusiéramos adelante, no dejáramos la Iglesia en ultimo renglón (debido a que ella es la única que puede orar de forma correcta para que las naciones salgan de esta crisis) el mundo sería diferente. Dios quiere cambiar muchas cosas, pero necesitamos colocar el amor y la Palabra de Dios adelante.

Hoy revisemos las motivaciones de nuestro corazón, si realmente estamos orando con eficacia, si estamos aprovechando el tiempo de intimidad con nuestro Dios, y si nos estamos humillando ante Él, porque dentro de poco se abrirán las puertas, y todos mirarán quien ha agradado al Padre en lo secreto, y el Padre que ve en lo secreto va a recompensar en público (Mateo 6:6). Si ponemos a Dios en primer lugar, si aprovechamos este tiempo para estar con nuestro Dios, todo en nuestra vida y aun en las naciones de la Tierra, va a cambiar. Si buscamos primero a Dios en oración, todo lo demás que busquemos lo vamos a encontrar, ¡lo que va a pasar en los próximos meses va a depender de nuestra oración de hoy!