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Proclama el año de la buena voluntad de Dios

Pastor Francisco Barrios

Martes, 09 de enero de 2024

 

Todo lo que es primero o prioridad, es importante que se le entregue a Dios.

Este mes es un tiempo para agradecer a Dios por todo lo que hará en 2024.

No prestes tu oído a cosas que van en contra de lo que Dios ha dicho que hará en este nuevo año.

Los que crean y practiquen la palabra que Dios está colocando en su corazón, les va a acontecer todo lo que el Padre ha declarado para ellos.

Proclama en todo tiempo que este es el año de la buena voluntad del Señor.

Tu boca y tus palabras serán profetas de tu futuro, porque en ella está el poder de la vida y la muerte.

“Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses” – Santiago 5:17 (RV1960).

No oramos por sentimientos, oramos para ver resultados a través de los cambios que producen la oración, incluso a cambiar tu propio destino.

“Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra” – 1 Reyes 17:1 (RV1960).

Una oración que tiene el poder de cambiar las cosas no es aquella que se rige por tradición, sino que es la que declara con fuerza la palabra de Dios, convirtiéndose así en la oración ferviente de la Biblia.

No es solo orar, sino declarar lo que Dios ha dicho para tu vida.

Las obras a causa del poder de la declaración en tus oraciones darán testimonio de la grandeza de Dios para obrar a favor de sus hijos.

“Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye” – 1 Reyes 18:41 (RV1960).

Quien está escuchando a Dios, aunque no ve, puede oír lo que el Señor está haciendo.

El 2024, como año agradable del Señor, el Padre desea que sus hijos puedan proclamar lo que ha de acontecer para este tiempo aun cuando el panorama actual sea muy diferente de lo que la fe está creyendo.

Gracias a Jesús, quien nos expió del pecado, podemos tener el privilegio de disfrutar de la lluvia de bendición que Dios está preparando.

“Acab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas” – 1 Reyes 18:42

Proclama lo que estás orando, y cierra tus oídos al ruido que te puede distraer y hacer desmayar tu fe por lo que estás creyendo. Sintoniza tu oído a la voz de Dios.

“Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces. A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje” – 1 Reyes 18:43-44 (RV1960).

Puede que al principio la lluvia de bendición que esperas no sea tan grande como la palma de tu mano, pero eso no determina el tamaño de los milagros que estás esperando recibir de parte de Dios en este 2024.

“Y aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y hubo una gran lluvia. Y subiendo Acab, vino a Jezreel. Y la mano de Jehová estuvo sobre Elías, el cual ciñó sus lomos, y corrió delante de Acab hasta llegar a Jezreel” – 1 Reyes 18:45-46 (RV1960).

En la carrera de la fe no se trata de quien comience primero, sino que aquel que Dios tiene misericordia. Tal vez sientas que comenzaste tarde, pero si estás con Dios, tu serás el primero en llegar a la meta.

No importa que otros tengan ventaja en la carrera, si estás en las manos de Dios, estarás en primer lugar.

El sacrificio de Jesús ha cambiado la manera en la que la creación puede recibir las bendiciones, porque gracias al nuevo pacto en el que vivimos es fácil obtenerlas.

Aun con debilidades y fallas, el cielo va a responder cada una de las oraciones que hagas, porque estás bajo el nuevo pacto basado en Jesús, en el cual la gracia nos permite tener un nivel mucho más alto y accesible para todas las cosas que Dios tiene preparadas para sus hijos.

“El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor. Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él” – Lucas 4:18-20 (RV1960).

Jesús es la respuesta a la necesidad que tienes, y es el único capaz de poder saciarte de ella, porque Él es suficiente, porque Su palabra es el sustento para creer con todo el corazón que este es el año de la buena voluntad de Dios.

El juicio y la maldición en tu vida ya no tiene oportunidad ni cabida, porque Jesús te brindó todas las oportunidades de vivir una mejor vida bajo el nuevo pacto de la gracia.

No te canses de orar y proclamar lo que Dios ha dicho para ti este año.

“Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe. Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería” – Lucas 17:5-6 (RV1960).

No es cuestión de tener una fe inmensa, aun cuando es pequeña, es suficiente para hacer posible de la mano de Dios todos los sueños de tu corazón.

En todo tiempo, recuerda proclamar que este 2024 es el año de la buena voluntad de Dios, porque aún con un poco de fe puedes cambiar tu futuro.