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Si permaneces, serás fructífero
Pastor Francisco Barrios
Martes 07-12-2021
Todos luchamos por alcanzar el éxito en cada área, y Jesús enseñó un principio que al practicarlo como se debe, podemos ser altamente victoriosos, se trata del principio de la permanencia. Hay una unión tan poderosa entre la estabilidad y la bendición, que una se convierte en consecuencia de la otra; a tal punto que si deseamos ser prósperos, solo tenemos que buscar mantener una vida estable. Hay personas que al fracasar una sola vez desean renunciar, es decir, si su matrimonio presenta problemas, buscan rápidamente el divorcio, este tipo de personas nunca alcanzarán a dar frutos por su falta de estabilidad.
Juan 15: 1-2: “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto”.
En el tiempo de Jesús las personas vivían una cultura agricultora, por eso Él explicaba con parábolas el Reino; mostrando en esta que Él es como la vid, una planta de uvas, nosotros los pámpanos que llevan frutos, y Dios es quien recoge el fruto. Dios es representado en la Biblia como un labrador, y esta parábola nos explica que Él va a quitar de nuestra vida relaciones, actitudes y pensamientos que no nos permiten ser fructíferos; si deseamos poder alcanzar grandes bendiciones debemos permanecer y someternos a los cortes que Dios vaya a hacer en nuestra vida.
Solo Dios sabe separar el trigo de la cizaña, Él se va a encargar de cuidar cada área de nuestra vida y quitar todo lo que nos estorbe al momento de dar frutos. En Dios no existen los fracasos, solo los procesos, podemos sentir que hemos perdido, pero solo es una temporada que servirá para formarnos; el fracaso es una etapa, no una constante en nuestra vida, puede doler que Dios nos quite cosas, pero luego veremos que vamos a dar más frutos.
Los frutos son consecuencia de una relación con Dios; ahora bien, la calidad del fruto que demos será el resultado de nuestra relación con Jesús, por eso es tan importante permanecer en nuestra relación con Él.
Juan 15: 3-4: “Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí”.
Tres veces habla Jesús sobre permanecer, así que debemos ser personas constantes, mantener nuestra oración hasta ver resultados, puede que no tengamos aún lo que hemos pedido, pero Dios nos está preparando para recibirlo, y para eso necesita quitar cosas en nosotros que pueden destruirnos. Cuando estemos en temporadas de dolor, de duda y de tristeza, permanezcamos en Dios, porque a su tiempo veremos los resultados de mantenernos firmes.