Project Description
UN SACRIFICIO DE AMOR
PASTOR JAVIER BERTUCCI
Domingo 28 de mayo de 2023
La revelación del amor de Jesús es lo que nos hace cristianos.
En muchas Iglesias hay sólo mensajes y no acción. Significa que aunque se congregan los domingos, su cristianismo está apagado el resto de la semana.
¿Qué ha hecho el gran amor de Jesús por ti? ¿Qué necesidad tenía Dios de enviar a su Hijo a La Tierra? El gran evangelista Billy Graham contaba esta historia: Había un hombre que al ver un hormiguero sintió curiosidad, y decidió investigar la actividad de las hormigas que allí vivían. Así pasaba horas, hasta que desarrolló afinidad con las hormigas. Un día que llovía mucho, y veía que el hormiguero corría peligro de inundarse, el hombre se desesperaba porque no podía avisarles, todo lo que intentaba resultaba inútil, hasta que vió impotente cómo se inundaba el hormiguero y las hormigas morían.
Esta es una forma en la que Billy ilustró lo que Dios hizo por los seres humanos enviándonos a Jesús, para salvarnos de la destrucción inminente que nos acechaba por causa del pecado.
Juan 17:5-7:
“Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste, y han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti”
¿De qué tamaño puede ser el amor de Alguien que deja su Reino y su Gloria para venir a salvarnos?
Su sacrificio fue por amor al Padre y por amor a su creación amada.
Aun en la cruz, Jesús nunca pidió juicio para los que lo hicieron sufrir; pidió a Dios que los perdonara, porque no sabían lo que hacían. Cuesta entender por qué hay liderazgo cristiano que juzga y señala, cuando el propio Jesús que entregó lo más valioso, no lo hizo.
No nos podemos ganar el Cielo por abstenernos del pecado; sólo la sangre de Cristo tiene el poder para salvarnos, y sólo el Espíritu Santo tiene el poder para transformarnos.
Le amamos y le adoramos por agradecimiento, por la revelación del gran amor que Él nos tiene. Aceptamos la vida que nos da, y por agradecimiento la vivimos absteniéndonos de pecar, sólo para agradarle a Él. La interacción con Dios no es por cosas, es por amor.
Jesús dijo: “les conviene que me vaya porque vendrá otro como Yo.” El Espíritu Santo es insistente en el amor con nosotros a pesar de las muchas fallas, Él siempre está ahí a la espera de nuestra decisión para continuar guiando nuestra transformación.
Si usted tiene revelado el amor de Jesús, todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad le serán dadas.
1 Juan 4:19:
“Nosotros le amamos a Él porque Él nos amo primero.”
Me abstengo de pecado porque Él me amó primero.
El apóstol Pablo nos revela en 2 Corintios que cuando Jesús muere, toda la raza humana muere con Él por tres días, y cuando resucita toda la raza humana resucita con Él y se llena de esperanza.
2 Corintios 5:14-15:
“Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que, si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos”.
Vivimos por Él y para Él; cuando lo entendemos, entonces, nos apropiamos de lo que ya nos fue dado, que son todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad: salud, prosperidad, fe, compasión, sabiduría.
Filipenses 3:2:
“Pero cuántas cosas eran para mí valiosas, las he estimado como pérdida por amor de Cristo”
Significa que mis prioridades se reordenan.
No se trata de palabras o discursos o lágrimas; hay que mostrar que nos relacionamos con Jesús a través de hechos.
Lo que Dios tiene para nosotros es nuestro y nadie nos puede impedir que lo recibamos.
Romanos 8:31-39:
“¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero.
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”.
Sólo necesitamos a Cristo y la revelación de su gran amor para sanarnos, salvarnos y llevar libertad a todos en nuestra zona de influencia.