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Viene una provisión sobrenatural
Pastor Yobany Blanco
Domingo 05-12-2021
Isaías 60: 1-7: “Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento. Alza tus ojos alrededor y mira, todos estos se han juntado, vinieron a ti; tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas serán llevadas en brazos. Entonces verás, y resplandecerás; se maravillará y ensanchará tu corazón, porque se haya vuelto a ti la multitud del mar, y las riquezas de las naciones hayan venido a ti. Multitud de camellos te cubrirá; dromedarios de Madián y de Efa; vendrán todos los de Sabá; traerán oro e incienso, y publicarán alabanzas de Jehová. Todo el ganado de Cedar será juntado para ti; carneros de Nebaiot te serán servidos; serán ofrecidos con agrado sobre mi altar, y glorificaré la casa de mi gloria”.
Dios ha anunciado una palabra profética por medio de la boca de su profeta, diciendo que traerá luz a la oscuridad y que va a levantar a su Iglesia para bendecir las naciones.
La Iglesia va a brillar en los últimos tiempos porque posee la revelación de Cristo, quien es la luz del mundo, además, tiene un entendimiento de lo espiritual y lo que Dios desea hacer en el mundo. Cuando la Iglesia está llena del conocimiento y la sabiduría de Dios, no se encuentra confundida, sino que posee una fe eficiente porque está llena de la verdad; y tiene la capacidad de estar por encima de los acontecimientos del mundo.
Dios desea sacar el espíritu de deuda de nuestras vidas, quiere que tengamos revelación y provisión para el futuro, pero para eso debemos levantarnos y creer una palabra que rompa el cerco de la estrechez. Dios nos da provisión para que nosotros trabajemos en su obra, y cuando su Iglesia recibe provisión, es porque esta vestida de gloria y unción; asimismo posee un corazón que trabaja en los sueños de Dios, y esto la convierte en un atractivo para las multitudes.
Satanás odia nuestra prosperidad, por eso se presentó frente a Dios para acusar a Job de interesado, ya que él conoce la efectividad que tiene un hijo de Dios que sirve al Reino de los cielos con sus riquezas. Dios le habla a Isaías sobre que le entregará a su Iglesia una unción para las riquezas, y la prosperidad en el pueblo de Dios es una unción especial, ella tiene el propósito de que hagamos el bien con lo que nos es entregado, que demos a los que no tienen, y solamente las personas que poseen unción son capaces de dar.
Mateo 6:24: “Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas”.
Hay personas que reparten y se les es añadido más (Proverbios 11:24), porque no somos ungidos para ser egoístas, sino para dar y deshacer las obras del diablo. No podemos adorar al dinero, la Biblia nos enseña que el dinero no es malo en sí, el pecado es la adoración a él, porque nuestro corazón no puede servir a dos señores.
Efesios 3:20: “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros”.
Mateo 7:9-11: “¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”
Debemos empezar a ver a Dios como lo que es, un padre que quiere bendecirnos y darnos buenas cosas; no podemos dejarnos engañar por lo que dice la religión, Él tiene el deseo de entregarnos cosas que ya están concedidas en el cielo. Como hijos de un Dios tan bueno debemos pedir cosas buenas, porque Él da abundantemente y sin reproche a quien le pide.
Génesis 22: 13-14: “Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto”.
Dios tiene el deseo de que seamos bendecidos en todas las áreas de nuestra vida, porque por causa de la fe de Abraham somos herederos del mundo. Se nos debe revelar que Jehová es nuestro proveedor, no una casa ni un carro, porque Él nos sustenta, Él es nuestra provisión. Pablo lo entendió, por eso declaró que Dios supliría cada cosa que le falte (Filipenses 4:19), dejando claro que todo fue creado y se mantiene por Él. Conozcamos a Jesús como nuestro proveedor, porque en Él habita la plenitud de las riquezas.
Job 8:7: “Y aunque tu principio haya sido pequeño, tu postrer estado será muy grande”.
Jesús hizo un pacto de bendición con su sangre, y nosotros debemos mantener el pacto de los diezmos y ofrendas, si caminamos en este principio descubriremos que Él cumple derramando bendición hasta que sobreabunde. Job tenía la búsqueda de Dios como una prioridad, y eso lo hizo depender de Él completamente. Si deseamos bendición, tenemos que aprender a depender de Dios y a saber que si caminamos rectamente, Él se levantará a nuestro favor.
Lo que sembramos en Dios, en un buen terreno, es algo que cosecharemos en abundancia, pero debemos elegir un buen lugar para sembrar, como la familia, los padres, la Iglesia y los profetas; elegir un buen terreno nos da pie para cosechar en gran manera, entendiendo que el que siembra podrá recoger, pero quien guarda no tendrá para más.
Deuteronomio 28:1-8: “Acontecerá que, si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios. Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas. Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar. Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir”.
Si caminamos en obediencia a Dios todas las bendiciones nos van a perseguir, tendremos unción para adquirir riquezas y para derrotar a los enemigos. Jehová desea derramar bendición sobre nuestros graneros, que todo lo que nuestras manos toquen, eso sea bendito. Pidamos gracia para invertir y trabajar, oremos por recibir dones, ideas y estrategias para recibir una provisión sobrenatural en el próximo año y destruir toda cadena de pobreza y estrechez.