Una de las causas más comunes del creyente al no ver avance en su vida, es la falta de agradecer a Dios, y no solamente agradecerle en un momento, sino vivir agradecido. Tenemos centenares de razones por las cuales agradecer a Dios, entre ellos, el despertar, la salud, el alimento, poder descansar, reír y estar vivos, lo que nos habla de una vida de agradecimiento; solo el hecho de que Jesús haya entregado su vida por nosotros, es suficiente para vivir en esta Tierra agradecidos, sabiendo que lo que no hemos obtenido todavía, lo obtendremos en el cielo, que nuestra visión no se limita a lo horizontal, sino que es vertical, conocemos que vamos al cielo y que veremos a nuestro Señor Jesús, y esa es la fe que tenemos en Él.
El poder de la oración sincera por los perdidos
user2020-10-01T08:37:53-04:30Cuando las tinieblas arrecian, las circunstancias son más fuertes y parece que la noche está en su pleno apogeo, esconder la luz no es opción, pues, ella debe estar puesta en lo alto, para que, de esta manera, alumbre a todos (Mateo 5:15), porque donde abunda el pecado, allí también sobreabunda la gracia de Dios (Romanos 5:20), eso es lo que establece la Biblia. En medio de lo que hoy atraviesa el mundo, no podemos guardar la luz para esperar un mejor momento para alumbrar, este es el tiempo idóneo para brillar con el mensaje de Jesús.
El poder y la influencia del Reino
user2020-09-24T13:23:02-04:30El Reino de Dios no vino a la tierra para encerrarse, ni para quedarse pequeño, vino para crecer y hacerse un árbol que le de sombra a toda la humanidad, tal vez comienza como algo pequeño, pero no se queda así. Todo aquel que entiende el Reino de Dios, y cómo funciona a través de la Iglesia, no se queda pequeño en su visión, porque todo lo que el Reino toca e influencia, lo hace crecer. El Reino de Dios vino como una semilla, y Jesús vino a la tierra para devolvernos, no solo la salvación y redención, que es lo más importante, sino a recuperar el Reino que Adán perdió por causa del pecado y la caída. Satanás se roba el Reino y empieza a ejercer dominio sobre la tierra, establece todo un sistema de maldad, pero el Padre tenía un plan, como siempre lo ha tenido, porque no importa lo que haga el enemigo, y como se vean las circunstancias, antes de que el enemigo haga algo contra nuestra vida, Iglesia o la humanidad, ya Dios preparó un plan para salvarla y para regresar el dominio y presencia de Dios a la tierra. El Padre envía desde el cielo a su hijo Jesucristo, quien empieza a proclamar el mensaje de salvación, el cual le dice a la humanidad que Dios tiene un plan con la tierra, un mensaje que hoy día se ha extendido a millones de personas.
Razones para entrar en ayuno y oración
user2020-09-22T14:23:57-04:30Cuando enfrentamos situaciones espirituales como las que está viviendo el mundo hoy en día, y los ataques que hay contra la Iglesia, no podemos buscar menos a Dios con todas las armas y herramientas que el Él nos ha entregado para romper ligaduras de impiedad. Hay tantas cosas que el enemigo está trayendo y mucha gente que está siendo influenciada por este mundo de maldad, pero dice la Palabra que cuando hacemos un ayuno correcto, cuando apartamos un tiempo para buscar a Dios, empezamos a ver como una luz amanece sobre nuestra vida. Hay una gran promesa para los que se determinan a buscar a Dios en ayuno y oración.
Solícitos hasta el fin
user2020-09-22T14:38:15-04:30Todos enfrentamos circunstancias difíciles las cuales cobran voces propias, por ejemplo, si estamos en un momento de enfermedad, la adversidad nos dice: “no te sanarás”, si nacimos en medio de pobreza, que vamos a morir en esa condición, si atravesamos por un problema familiar, que no se podrá solucionar, pero Dios tiene mucho qué decirnos cuando las circunstancias comienzan a hablarnos, así que no podemos enfocarnos en escuchar esas voces, debido a que ellas intentan apartarnos de nuestro destino, de lo que Dios tiene para nosotros. Los problemas están en lo natural, pero Dios opera en lo sobrenatural, y Él puede abrir la puerta que nadie ha podido abrir; cada vez que escuchemos la voz de nuestras circunstancias, la fe se debilitará, así que no nos enfoquemos en los problemas, sino en lo que Dios está diciendo, porque si creemos en Dios, estaremos firmes, y Él nos levantará de cualquier circunstancia.
“Ora con fe pese a la circunstancia”
user2020-09-11T10:01:32-04:30Todos enfrentamos circunstancias difíciles las cuales cobran voces propias, por ejemplo, si estamos en un momento de enfermedad, la adversidad nos dice: “no te sanarás”, si nacimos en medio de pobreza, que vamos a morir en esa condición, si atravesamos por un problema familiar, que no se podrá solucionar, pero Dios tiene mucho qué decirnos cuando las circunstancias comienzan a hablarnos, así que no podemos enfocarnos en escuchar esas voces, debido a que ellas intentan apartarnos de nuestro destino, de lo que Dios tiene para nosotros. Los problemas están en lo natural, pero Dios opera en lo sobrenatural, y Él puede abrir la puerta que nadie ha podido abrir; cada vez que escuchemos la voz de nuestras circunstancias, la fe se debilitará, así que no nos enfoquemos en los problemas, sino en lo que Dios está diciendo, porque si creemos en Dios, estaremos firmes, y Él nos levantará de cualquier circunstancia.
“Recuperarás lo perdido”
user2020-09-10T12:06:51-04:30Como Iglesia hemos perdido muchas cosas, pero hoy Dios nos dice: “Recuperarás lo perdido”, es una promesa de Dios. En la vida todos hemos perdido algo, y muchas de estas pérdidas vienen dadas por otras personas, es tal vez un esposo (a) que se fue de casa, o alguien que nos traicionó; otras veces estas pérdidas vienen como consecuencia de nuestras malas decisiones, y es allí cuando entramos en una mentalidad de estar recordando constantemente el pasado, pensando en qué hubiese acontecido si no habríamos actuado de la forma en que lo hicimos, entramos entonces en un camino que nos lleva a la desesperanza; otras veces las pérdidas no ocurren por culpa de alguien, sino porque así es la vida, y allí es fácil desanimarse, pero sea cual sea el motivo por el cual hayamos perdido algo, Dios nos ofrece restauración, pues, Él es capaz de devolvernos multiplicado todo lo que perdimos.
Qué sucede cuando oramos pidiendo venga tu Reino
user2020-09-02T17:21:38-04:30Nosotros que hemos creído en Dios, y le hemos aceptado como nuestro Señor y Salvador, somos no solo cristianos, sino ciudadanos del Reino de los cielos, y para orar pidiendo que venga el Reino de Dios, debemos hacerlo desde nuestra identidad, desde la posición que Él nos ha entregado como sus hijos. Cuando Cristo vino a la tierra, Él vino no solamente a perdonar nuestros pecados, aunque la obra de la redención comienza con el perdón de nuestros pecados, Cristo también vino a recuperar el Reino que había perdido Adán al pecar, y Jesús viene a devolvernos a los hijos de Dios, y a los hombres que creamos en Jesús como nuestro Señor y Salvador, nuestro diseño y posición original de autoridad y dominio; todo aquel que entiende que Cristo nos devolvió el Reino de Dios, empieza a recuperar su identidad y posición original, de dominio sobre toda la tierra y sus recursos, para ya no ser dominados ni por el pecado, ni la enfermedad, ni los demonios, ni la muerte, ni la pobreza, ni la maldad.
Señor, bendíceme
user2020-09-02T17:22:19-04:30Para que la maldición toque o se acerque a alguien, esa persona no tiene que hacer nada, debido a que el sistema de este mundo está bajo una constante maldición, producto de las enfermedades, la escacez, la pobreza, el hambre, la muerte, la violencia y los bajos comportamientos del hombre; así que, es imposible que Dios no vea estás cosas, pero también es imposible que la maldición no se acerque a la humanidad por causa de estos excesos donde el ser humano le ha dado la espalda a Dios, actuando y caminando por interés, y no por sus convicciones.
Dios oye el clamor de los desvalidos
user2020-09-02T17:33:54-04:30La palabra “desvalidos” aparece muchas veces en la Biblia, y significa, persona que está sin amparo, sin ayuda, sin protección, desamparada y sola, y hoy es necesario que conozcamos que Dios oye el clamor de los desvalidos, debido que la Escritura lo afirma.